La madre de Bana gestiona la cuenta de Twitter de la menor -en la que ya cuenta con más de 93.000 seguidores- y donde ha escrito que la pequeña «lee para olvidar la guerra».

Madre e hija, residentes en la ciudad sitiada de Alepo, vieron una de las películas del famoso mago que les encantó y la progenitora decidió contárselo a Rowling y trasmitirle lo mucho que le gustaría a la pequeña leer los libros.

La escritora no tardó en responderle: «Espero que leas los libros porque estoy segura de que te van a encantar», tuiteó. Lo que desconocía la creadora del universo mágico de Harry Potter es que la niña no tenía oportunidad de comprarlos.

«Le gustaría leerlos pero no los tenemos ¿Cómo podemos conseguirlos?», fue la respuesta de la madre.

En ese momento, a un miembro del equipo de Rowling se le ocurrió la idea de mandar el e-book a Alepo, algo que la propia autora celebró en la red social: «Brillante idea», escribió.