Agencias | LA PRENSA DE LARA.- El Mundial de Fútbol está a la vuelta de la esquina. Del 20 de noviembre al 18 de diciembre, las 32 selecciones clasificadas se darán cita en Qatar, en uno de los eventos deportivos más esperados del mundo. Los coleccionistas, por su parte, ya completan un nuevo álbum Panini.
La fiebre ha sido tanta este añ;o que en Venezuela solo pasaron dos días -desde que saliera a la venta el pasado 26 de agosto- para que un fanático completara su álbum. Un récord.
En buena parte del planeta, la empresa editorial Panini es fundamentalmente conocida por ser la responsable de traer, cada cuatro añ;os, el álbum oficial de la Copa Mundial de Fútbol. Sin embargo, ¿;tenían conocimiento de que existen al menos un centenar de porfolios de otro estilo que se venden exitosamente en Venezuela o que el país está rankeado entre los 6 que más barajitas venden en el mundo?
El álbum Panini Qatar 2022 es un culto para millones. Completarlo, una experiencia religiosa, reseñ;ó
Crónica del álbum que batió récords en Venezuela
Cuando Juan Pablo Angarita, de 13 añ;os de edad, terminó de pegar la última barajita de su álbum por su mente no pasó lo engorroso que fue conseguir a Yousef Hassan, el portero del equipo de Qatar, sino lo fácil que resultó llenarlo en menos de dos días.
Fue el viernes 26 de agosto en la fría San Cristóbal cuando su mamá le dijo que fueran a la panadería La Concordia, muy conocida en su localidad, porque había llegado el coleccionable (edición tapa dura) del que tanto había hablado durante aquella última semana del mes.
Su fiebre había comenzado días atrás con el Adrenaline XL y esas barajitas que debían ser resguardadas en plástico. Fue sencillo; lo llenó también muy rápido. Sin embargo, el oficial parecía una labor más ardua o eso creía él cuando le dio las gracias al señ;or Miguel, dueñ;o de la casa de panes, quien le vendió al álbum y 2 cajas repletas de barajitas.
Gastó $220 en total. Un dineral, según su mamá. Pero valió la pena, según el pequeñ;o.
Llegó a su casa ese mismo día dispuesto a abrir todos los sobres, pero lo venció el cansancio y se quedó dormido. El sábado, sin embargo, retomó su faena incluso sin desayunar.
«Tengo que terminarlo pronto», se repetía. Y así lo hizo. Al pegar las barajitas, le quedaron 31 espaci
