Moiselis Méndez | LA PRENSA DE LARA.- Larenses de las distintas partes del territorio regional recolectarán firmas para proponer ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) la declaratoria de los sones de negro como Patrimonio Cultural de la Humanidad.
La petición fue elevada por el diputado Earle Herrera bajo la constitución de una Ley de Salvaguardia al Patrimonio Cultural Inmaterial, y se ha hecho eco en cada uno de los pueblos originarios del estado Lara, como El Tocuyo, Sanare, Carora, Curarigua, Quíbor y Barquisimeto.
En Barquisimeto se organizó un equipo de cultores en la sede del Gabinete de Cultura para firmar la petición que ya fue enviada a la UNESCO, mientras que en Sanare, se estará llevando a cabo una recolección de firmas el próximo domingo 10 de octubre. Sin embargo, se conoció que esta propuesta se llevará a cada uno de los municipios del estado.
Los sones de negro son no sólo una tradición, sino que desde sus cantos y letras llevan consigo la riqueza ancestral de su nacimiento, cuando los esclavos africanos se reunían para cantarle a sus santos. Al escuchar «Oe´ Bangüe», o un «Tomé ay tó» se mantienen vivas las raíces indígenas al entonar sus vocablos.
Una fusión de canto y danza que se ha manifestado en el eje cultural del país, por ser Lara la capital musical, y se ha extendido hasta estados vecinos, y ahora en más la fiesta del 13 de junio busca destinos internacionales, pues con orgullo y veneración, los larenses consideran que la devoción hacia San Antonio debería ser considerado como parte de la esencia de la cultura humana en el mundo.
A pesar de que cada región le ha otorgado sus rasgos característicos, existe una complicidad de los municipios para regirse por un patrón en común, una regla que a pesar de no estar escrita, los bailadores y cantores la han tomado de estandarte para guardar con respeto la tradición y el orden de la fiesta que inicia con un preámbulo de un «Salve» como una promesa al santo, continuando con «La Batalla», «La Bella», «Al Yiyivamos», «La Juruminga», «La Perrendenga», «Poco a Poco», «Galerón» y por último el «Seis Figureao». Conservando la galantería y el carácter teatral de esta representación religiosa.
La Burriquita estuvo presente en Sanare
Otro de las manifestaciones del folklore venezolano, como «La Burriquita», dijo presente el pasado 18 de septiembre en Sanare, recorriendo desde la plaza San Isidro hasta la plaza de los símbolos patrios frente a la iglesia San Ana, en lo que fue el encuentro local de la Red Nacional de Burras y Burriquitas Tradicionales de Venezuela.
Con burras y vestidos hechos a mano, 65 niños sanareños bailaron al son de violines y la siempre presente «Burra de Choroní» que batió las palmas y la alegría en el pueblo, pues fueron muchos los que se unieron a festejar. «Al pueblo le encanta el baile de la burriquita», dijo Miriam Brito una de las profesoras que ha llevado por años este legado.
Por causa de la pandemia, el festejo del año pasado no pudo realizarse, es por ello que con mucho empeño se unieron 25 bailarinas adultas que arriaron su rebaño para mantener viva la tradición, «así sea con algunas restricciones» y contaron con la visita de 2 representantes de otros estados de la red nacional. Estiman que en diciembre puedan volver a reunirse para hacer «el recorrido sanareño de la burriquita».