Tiene diferentes orígenes, uno de ellos relacionado con los Magos y otro vinculado a Juan el Bautista.
Agencias | LA PRENSA DE LARA.- La Semana Santa es una festividad rica en costumbres y rituales. Las procesiones, las vestimentas, las imágenes religiosas y el indulto de un preso son tradiciones que se repiten año tras año.
Durante esta época, las calles y los templos se ven envueltos en un intenso humo generado por la quema de incienso, el mismo regalo que los Reyes Magos ofrecieron al Niño Jesús. El uso del incienso en la Semana Santa tiene diferentes orígenes, uno de ellos relacionado con los Magos y otro vinculado a Juan el Bautista.
Según relata el evangelio de Lucas, Zacarías, padre de Juan el Bautista, quemaba incienso como parte de sus deberes sacerdotales en el templo. En una ocasión, un ángel se le apareció anunciándole el nacimiento de su hijo Juan.
El incienso no solo es un elemento purificador, sino que también se utiliza para crear un ambiente misterioso y solemne durante la celebración de la Eucaristía. En la liturgia católica, el incienso simboliza la presencia real de Cristo en la Eucaristía, más allá de la apariencia del pan y el vino.
Desde tiempos antiguos, el incienso ha sido utilizado en rituales religiosos, y el libro del Apocalipsis destaca su importancia al mencionar cómo el humo del incensario sube ante Dios como parte de las oraciones de los santos.
Información: El Nacional