Agencias | LA PRENSA LARA.- Esta semana se informó del primer caso en México de una persona diagnosticada con «hongo negro» y quien se recuperaba de COVID-19, mientras que en la India se registraron más de 9 mil casos, lo que despertó las alarmas sobre un posible nuevo efecto se la infección por el virus SARS-CoV-2.
El hongo negro (mucormicosis por su término científico) es una enfermedad en la que un hongo produce un tipo de moho para atacar a las pequeñas arterias y venas de los tejidos, interrumpiendo así el flujo de la sangre y derivando en la necrosis, que es la muerte del tejido; esta última etapa ocurre sólo en casos severos.
Los principales síntomas suelen ser congestión y sangrado nasal. También se puede presentar hinchazón y dolor en el ojo, párpados caídos y visión borrosa. Puede ser una infección mortal, ya que Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) han registrado que del total de pacientes con la enfermedad, la tasa de mortalidad es de 54 %.
Los hongos que causan la infección mucormicosis se encuentran en el suelo, en hojas en descomposición, en hojas, pilas de abono y madera podrida y las personas se infectan cuando entran en contacto con las esporas en forma pulmonar o nasal al inhalar las mismas o se desarrolla en la piel cuando el hongo entra a través de un corte o raspón o quemadura.
El tratamiento, de acuerdo con los CDC, consiste en el uso de medicamentos antimicóticos por vía oral o intravenosa recetados por un médico. Se puede usar la anfotericina B, el posaconazol o isavuconazol.
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