Lorena Rojas | LA PRENSA DE LARA.- Los seres humanos no nacemos con todas nuestras capacidades listas para ser usadas, este es un proceso en el que conforme va creciendo el sistema nervioso se va manifestando y este progreso debe ser vigilado por neuropediatras y pediatras, para evitar que en el caso de que haya un trastorno se pueda detectar a tiempo y así evitar complicaciones en la vida adulta, pues el neurodesarrollo es un proceso que inicia desde la concepción y que continúa en los primeros años de vida.& ;
La pediatra y neurólogo infantil, María Laura Braz, de la Fundación «Sólo Faltas Tú», explica que cuando se habla de neurodesarrollo se hace referencia al fenómeno evolutivo de la adquisición continua y progresiva de habilidades a lo largo de la infancia, relativas al lenguaje, la cognición, la motricidad, la interacción social y la conducta.
«El neurodesarrollo o desarrollo es un proceso dinámico y continuo de organización progresiva y compleja de las funciones cerebrales, en el que convergen tanto factores genéticos como medioambientales…Este proceso comienza en el útero y continúa después del nacimiento, teniendo etapas y períodos de mayor vulnerabilidad o de ventanas de mayor aprovechamiento en términos de estimulación que son los primeros 1000 días de vida«, asegura, haciendo énfasis en que el seguimiento del desarrollo por parte del pediatra permite la identificación oportuna de un posible trastorno.
La especialista asegura que los profesionales en la salud deben escuchar los signos de alarma en los padres para determinar si en sus pequeños existe algún trastorno.& ;
«Es importante una detección temprana porque previene complicaciones secundarias, disminuye la tasa de deserción escolar, mejora la respuesta terapéutica debido a la plasticidad neuronal, mejora el rendimiento académico, disminuye la posibilidad de desocupación en la vida adulta y además mejora significativamente la calidad de vida del niño y su familia», dice, destacando que otro de los aspectos fundamentales dentro del desarrollo es que estén en el control de niño sano.& ;
Trayectorias del desarrollo
Braz resalta que hay ciertas trayectorias del desarrollo en las que se espera que los niños en un rango determinado de edad ejecuten una acción similar, como ocurre en un 95% de los casos que es a lo que se llama «desarrollo típico», pero si estas pautas no son adquiridas por los pequeños se podría estar hablando de un retraso, desviación o regresión del desarrollo.& ;
«Cuando hablamos de desarrollo típico, es el que ocurre en la mayoría de los niños y se define cuando la adquisición de las pautas ocurre en la secuencia y el ritmo similares a la mayoría de la población de la misma edad, pero también tenemos el retraso del desarrollo, que es cuando las pautas se adquieren con la secuencia esperada, pero a una velocidad más lenta o en edades más tardías», dice, asegurando que este retraso puede comprometer un área específica o más de un área, es ahí cuando se define como «retraso global del desarrollo» (RGD).& ;
Explica que cuando el médico determina que hay un RGD y el niño se acerca a los 5 años, este diagnóstico debe reemplazarse por uno más específico y que este puede ocurrir cuando los pequeños se encuentran en condiciones medioambientales adversas, como la pobreza y la falta de acceso a oportunidades de estimulación adecuada.
«Dentro de esta trayectoria también tenemos la desviación del desarrollo y esta se define cuando la secuencia en la adquisición de pautas del desarrollo no es la esperada, es decir, el niño logra una pauta avanzada sin haber adquirido una más precoz, asimismo se tiene lo que es la regresión del desarrollo que es cuando un niño pierde las habilidades que ya había alcanzado», dice.& ;
Ahora bien, ¿Qué es un trastorno del desarrollo?, la especialista asegura que tiene que ver con un conjunto de entidades crónicas que se manifiestan en los primeros años de vida, determinadas por alteraciones (funcionales y/o estructurales) del sistema nervioso central (SNC), las cuales se caracterizan por una dificultad en la adquisición de hitos motores, de lenguaje, sociales o cognitivos que provocan un impacto significativo en el desempeño de un niño.
Buscar Ayuda
– Previene complicaciones secundarias (ejemplo: detectar a tiempo una hipoacusia y equipar al niño con audífonos o implante coclear, permite evitar un trastorno en el desarrollo del lenguaje).
– Disminuye la tasa de deserción escolar a través de la implementación de las intervenciones oportunas para el acceso al aprendizaje.& ;
– Mejora la respuesta terapéutica debido a la plasticidad neuronal.& ;
– Mejora el rendimiento académico.& ;
– Disminuye la posibilidad de desocupación en la vida adulta.
– Mejora la calidad de vida del niño y su familia.