LA PRENSA.- Sí, Facebook está trabajando en dispositivos que se implantarán en nuestro cerebro, esto con el objetivo de poder comunicarnos utilizando sólo la mente. ¿Suena a ciencia ficción? Sin duda, pero recordemos que Elon Musk también está invirtiendo en un proyecto similar que busca crear la anhelada y futurista interfaz cerebro-ordenador (BCI), que apunta a convertirse en la solución que potenciará las capacidades humanas de cara a la llegada de los robots y la inteligencia artificial.
Hoy durante el segundo día de F8, la conferencia para desarrolladores de Facebook, la compañía finalmente desvelo los detalles de ‘Building 8’, el proyecto con que construirán interfaces cerebro-ordenador que nos darán la capacidad de ‘escribir’ con la mente y ‘escuchar’ con la piel, una experiencia que dejará de lado los idiomas y lenguajes, brindando el poder a la comunicación como un todo.
‘Escribir’ con la mente y ‘escuchar’ con la piel
Regina Dugan es la encargada de ‘Building 8‘, quien contará con un equipo de 60 investigadores e ingenieros, además del apoyo de universidades e institutos como Stanford, Harvard y el MIT. Facebook fichó el año pasado a Dugan al tratarse de una de las mentes más preparadas en este sector, sólo basta recodar que fue la principal responsable de DARPA, la agencia de proyectos avanzados de defensa de los EEUU, además de que dirigió la división de Tecnología Avanzada y Productos de Google. Toda una veterana.
Durante la conferencia de presentación de Building 8, Dugan se centró no sólo en hablar de los aspectos técnicos del proyecto, sino en el cómo esto ayudará a los seres humanos, donde recalcó la idea de que es algo diseñado para todos. Uno de los objetivos en los próximos dos años será que podamos escribir 100 palabras por minuto, pero sin la necesidad de usar las manos, todo a través de la mente, es decir, hasta cinco veces más rápido que escribir en un smartphone. Para poner esto en contexto, según Dugan, una persona promedio puede escribir entre 38 y 40 palabras por minuto en un ordenador o teléfono.
Esta interfaz cerebro-ordenador se basará en una serie de implantes «no invasivos» que generarán imágenes ópticas del cerebro, todo bajo un ritmo de escaneo de cien veces por segundo, con lo que se podrán detectar los pensamientos para posteriormente traducirlos a texto.