Agencias | LA PRENSA DE LARA.- En todo los Premios Feroz siempre hay un discurso que se convierte en el protagonista de la noche. Anoche fue el de Pedro Almodóvar. El director manchego recibía el Feroz de Honor y convertía los 20 minutos de discurso en una avalancha de emociones, de humor y de mensaje reivindicativo en defensa de la Sanidad Pública.
Almodóvar subía al escenario y se rompía en pedazos al ver en el vídeo de presentación una imagen de su madre en uno de los cameos de sus películas. «Con estos premios uno siente de mil modos, y uno de ellos es muy frágil. Es uno de los premios en los que uno no debe llorar, pero habéis puesto una imagen de mi madre diciendo que le llamará y es demasiado duro y demasiado emocionante», explicaba el cineasta tras no poder contener las lágrimas.
«Me he venido absolutamente abajo, lo siento. Mi madre ha inspirado casi todas las películas que he hecho», continuó el director arropado sobre el escenario por una decena de sus mujeres, desde Milena Smit, que le intentaba consolar, a Rossy de Palma, Julieta Serrano, Bibiana Fernández, Aitana Sánchez-Gijón y Leonor Watling.
Momentos muy emocionantes que Almodóvar intentó superar agarrando el papel de su discurso preparado y asegurando que los premios honoríficos no le van a retirar, rompiendo con humor el momento de mayor emoción de toda la gala de los Feroz.
Y ha sido su discurso el que hoy, como cada añ;o en los Feroz, se ha convertido en en lo más comentado. En él, el director de Todo sobre mi madre, hizo un recorrido desde su infancia, «de auténtico terror» durante su etapa en los Salesianos y que ya reflejó en la película La mala educación, hasta la importancia que fue para él el cine, su salvavidas: «No solo anulaba la realidad y la hacía desaparecer: el cine ha fagocitado mi vida, tanto como espectador, como director. Los rodajes me quitan los dolores, me he hecho adicto a su adrenalina, como las reporteras de guerra que vuelven a casa y no saben llevar una vida normal».
Pero, sin duda, además del momento recordando a su madre, el discurso de Almodóvar arrancó el aplauso de los presentes cuando defendió sin pelos en la lengua a los médicos y a la Sanidad Pública.
Utilizando la vejez como hilo conductor, Almodóvar pidió un aplauso, «a ver si llega a la Puerta del Sol del Madrid», por los sanitarios que «expusieron su vida en la pandemia, ante la barbarie que se está llevando a cabo en la Comunidad en la que vivo».
«Su vocación -la de los médicos- es curar y en muchas ocasiones no pueden hacerlo por la situación de caos y precariedad en la que viven los servicios de asistencia primaria». Algo que, según ha defendido, «repercute naturalmente en las urgencias hospitalarias y pone a nuestro sistema de salud al borde del colapso»
El director continuó denunciando que «nuestro sistema de salud está al borde del colapso». Y, aunque ha sido consciente de que «la gala tiene otro propósito», no quiso dejar pasar la oportunidad de su Feroz de Honor para visibilizar que «los problemas de salud de los españ;oles nos afectan a todos, independientemente de que algunos tengamos la posibilidad de acudir a la sanidad privada».
«El sistema público de salud universal y gratuito es uno de los pilares de nuestra sociedad del bienestar. Por ellos. Ojalá que esto llegue a Madrid», concluía en medio de una gran ovación de la platea.
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