EFE | LA PRENSA.- Novak Djokovic abandonó entre lágrimas la pista central del recinto olímpico, con la mirada clavada al suelo y de vacío, resignado a asimilar “una de las derrotas más duras” de su carrera. Tras su derrota ante el argentino Juan Martín del Potro el pasado domingo 7 de agosto en los Juegos Olímpicos de Río 2016.
Solo el oro deja al margen al serbio del olimpo. Río fue su tercer intento. Una nueva frustración. Una ocasión que se escapa.
La imagen de Djokovic y Juan Martín del Potro en la red, abrazados, será una de las sensaciones de los Juegos. El dominador del tenis mundial en busca de consuelo.
“Es una de las derrotas más duras de mi vida, de mi carrera”, reconoció Djokovic.
“Del Potro fue mejor que yo. En los puntos importantes jugó de forma extraordinaria. Hay que felicitarle”, asumió el tenista balcánico, y agregó que: “es una decepción para mí. Pero como amigo y por todo lo que ha pasado por las lesiones me alegro por él”.
“Esta derrota es dura. No es fácil de asimilar. No es la primera vez que pierdo un partido pero este torneo es especial (…) pocas veces he vivido un ambiente como este”, lamentó Djokovic.
Novak Djokovic, al igual que Juan Martín del Potro, formó parte del gran espectáculo que contempló el recinto principal del Centro Olímpico de Tenis.
Las gradas, divididas, aclamaron al serbio y también al argentino. Ambos tenistas participaron del espectáculo.