Mario Sosa | LA PRENSA.– Desde el mes de noviembre, cuando se presentaron las fuertes lluvias en la capital tórrense, los habitantes de El Roble Viejo, sector 1, se la han visto negras con el desbordamiento de una cloaca que ha perjudicado a más de 19 familias.
Los vecinos se quejan de que no pueden comer dignamente por el olor putrefacto, que sobretodo se acentúa cuando el sol y calor arrecia a horas del mediodía. Además denuncian que varios de los residentes comienzan a presentar cuadros virales, entre otras enfermedades como hepatitis, diarrea, dificultades respiratorias y erupciones en la piel. por el alto nivel de contaminación que genera la cloaca que se desborda en la avenida principal entre calles 2 y 3.
Uno de los más afectados es el señor Rubén Chávez, ya que en el frente de su casa, se hace un gran pozo que cuando cae la lluvia termina pasando al interior de la casa, ocasionándole un dolor de cabeza, porque debe entonces ocuparse a sacar el agua de su casa y a veces no logra conciliar el sueño.
Esta problemática está afectando al menos 19 viviendas, donde la mínima tiene cuatro integrantes, y algunas llegan a superar los ocho integrantes. Estas personas piden a las autoridades que tomen cartas sobre el asunto para que le den solución a este problema que lleva ya más de tres meses afectándolos.
En reiteradas oportunidades los vecinos se han dirigido a la sede la hidrológica en el municipio Torres, pero la respuesta por parte de los ingenieros ha sido que por ahora la institución se encuentra abocada a sectores prioritarios como la zona centro, y que una vez hayan concluidos esos proyectos, se dirigirán hasta El Roble Viejo, indicó Leris Chirinos, integrante de la comunidad.
Gladys Silva, miembro de la comunidad, tuvo la oportunidad de presentar el caso al alcalde del municipio, Edgar Carrasco, denunció las afectaciones que tienen en el sector, pero la respuesta por parte del primer mandatario local es que es estos momentos no cuenta con el presupuesto para hacer la obra.
Otro de los problemas presentes, además de la contaminación, es la iluminación de la cual carecen. Vecinos manifiestan que requieren mejor calidad del servicio de aseo urbano, ya que este sólo pasa un sábado de cada mes lo que representa un agente más al problema de contaminación que hay en el sector.