Guaro Mirón | LA PRENSA DE LARA.- Hace unos días estaba por Los Crepúsculos visitando a unos amigos que tenía abandonados. Mientras estaba recorriendo esas calles se me vinieron a la mente gratos recuerdos de mi juventud y me quedé en una de las paradas conversando con la gente.
De lejos vi como se acercaba una muchacha con sus dos chamos. Uno de ellos lo llevaba en brazos, mientras que el otro lo tomaba de la mano. «Guaro, necesito ayuda. Ven a mi casa que necesito contarte lo que me pasó», expresó Fabiana.
Debo reconocer que la joven tocó mis sentimientos y sin saber lo que le ocurría decidí acompañarla. No les miento, la caminata fue dura, pues vive en el sector C de La Gran Bendición de Dios, una invasión ubicada a un lado de Los Crepúsculos.
¡Dios mío! Al llegar mis ojos se humedecieron y la indignación me invadió. Su casa se vino abajo con las fuertes lluvias que se presentaron en la entidad el pasado domingo 9 de mayo, en medio de la celebración del Día de las Madres.
Me senté con Fabiana a echar cuento y me dijo que todo pasó muy rápido. Cuando el reloj marcaba las 2:30 del día de las madres, toda la pared del lado derecho colapsó y dejó expuesta su casita de adobe.
«Aquí estaban mis cosas, mi cama, mi ropa y todo lo demás» comenta Fabiana, quien en medio de la tristeza me dijo que como pudo fue sacando poco a poco sus coroticos y los mudó a casa de su mamá.
El consejo comunal de la comunidad le asignó un ranchito que estaba en situación de abandono, sin embargo, Fabiana me comenta que este no está en buenas condiciones para habitarlo, pues además de no tener piso, tiene huecos en las paredes que sirven de entrada para serpientes y ciempiés que ponen en riesgo a sus hijos.
Destaca que tras el incidente, su familia se vio obligada a ser separada, y es que solo su esposo se queda en el ranchito, mientras que ella se fue con su bebé de 10 meses a casa de su madre y el niño de 4 años duerme en casa de una tía.
¡Na guará de tragedia! Una vez más exhorto a las autoridades del estado Lara y a esa gente de buen corazón que le quiera tender la mano a esta noble mujer y su familia para que puedan tener nuevamente un techo donde dormir.