Moiselis Méndez | LA PRENSA DE LARA.– El pasado sábado, Juliet Peraza y sus cuatro hijos salieron de su casa ubicada en la comunidad Roca de Dios, en el km. 7 vía Quíbor. Los cinco iban camino a un juego de uno de sus pequeños. Al llegar a su destino, sus vecinos le dieron la noticia que su «ranchito» estaba en llamas, pues luego de un bajón de electricidad esta llegó con mucha potencia dando paso a un incendio.
«Lo perdimos todo», dijo Peraza conteniendo sus lágrimas, pues no les fue posible llegar a tiempo para detener el fuego, dejándola a ella y a sus hijos en la calle, sin comida ni vestimenta.
Desde el sábado, Peraza pide ayuda de las autoridades, pues es casi imposible reponer sus pertenencias por los altos precios y su bajo poder adquisitivo. Los vecinos los han apoyado brindándoles un refugio momentáneo, por ahora, están durmiendo los cinco en el suelo en un colchón prestado, a la espera de que los entes de gobierno puedan responder su solicitud.& ;
Lo que más lamenta Juliet es la pérdida de sus implementos de trabajo, la plancha, secador y entre otras cosas que usaba para atender a sus clientes a domicilio con el servicio de peluquería, ahora le ha tocado salir a la calle a buscar oportunidades pues siente la presión de llevar alimento a sus hijos. «Los vecinos nos han apoyado, pero quien sabe hasta cuando, y nosotros lo que ganamos es todo para la comida» admitió con tristeza.& ;
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