Lorena Rojas | LA PRENSA DE LARA – Dentro de una ponchera. Así se tienen que bañar los habitantes de la comunidad Caribe I, al oeste de Barquisimeto, para poder reutilizar el agua en la limpieza de las pocetas. Esta medida de ahorro la han tenido que implementar debido a que desde hace más de dos años por las tuberías lo único que les sale es aire.
Más de 200 familias son las que se ven afectadas con las fallas de distribución en el servicio. Vecinos de la comunidad afirman que antes podían disfrutar del mismo al menos tres veces a la semana, pero ahora viven entre tobos y carretillas cargando agua desde otros sectores.
«El agua llega en unas casas y en otras no. Desde hace dos años estamos en esta situación, vivimos de la bondad de los vecinos a los que sí les llega», dijo Gustavo Herrera, quien tiene que hacer al menos unos 10 viajes con una pimpina de 90 litros para poder llenar su tanque de 900 litros.
Lunes y viernes son los días en los que hay agua, pero llega a pocas casas, entonces las familias que no tienen recurren a estas viviendas para surtirse.
«Nos compartimos el agua entre vecinos, nos turnamos para poder llenar porque somos muchos los que no contamos con este beneficio. Antes podíamos comprarla, pero ahora los ingresos no son los mismos», aseguró Roberto Dorante.
Los vecinos comentaron que esta situación la han reportado varias veces a Hidrolara, pero la única respuesta que han recibido es que la llave que distribuye el agua al sector no se abre completamente.
«No sabemos muy bien qué es lo que pasa con el agua, de un día para otro dejó de salir. Nos dijeron que la persona que abre la llave no la abre completa», expresó José Luis Pichardo, destacando que aunque su familia sea de tres personas tienen que llenar el tanque lunes y viernes para tener agua toda la semana.
Asimismo, los habitantes recordaron que hace algunos años en la comunidad habían varios botes de agua potable, los cuales ocasionaban que el agua no llegara a las casas, pero aunque estas filtraciones fueron reparadas las tuberías continuaron secas.
«Antes habían varios botes de agua, pensamos que cuando los repararan iba a volver a salir el agua en todas las casas, pero no fue así», sostuvo Yosimar Azuaje, quien es una de las vecinas que presta su casa para que los demás puedan llenar y tener agua durante toda la semana.
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