Daniela Valladares | LA PRENSA.- “Los artesanos estamos pasándola mal, el trabajo no se valora y las piezas pasan de mano en mano, aumentando cada vez el costo y el precio de los materiales va por el cielo”, aseguró Wilmer Rodríguez, quien es artesano desde hace más de una década, en el sector Cardonal I de Tintorero.
El precio de la materia prima sube cada día como la espuma, sobre todo los químicos en colores, por eso los artesanos de cerámica decidieron reinventarse y usar las botellas de vidrio para poder darle color a sus obras de arte, de una manera ecológica y económica.
Trituradas por completo y llevadas al horno para fundirlas en las piezas por más de ocho horas, los pedazos de las botellas de colores es la innovación que tienen los artesanos para mantener el negocio a flote, ya que se han visto golpeados por la inflación, escasez y las bajas ventas que han presentado en los últimos dos años.
Todas las semanas los materiales aparecen con nuevos precios en las tiendas, en especial con colores específicos que requieren algunas piezas para poder venderlas.
El color azul es uno de los más costosos en el mercado, a principios de año el kilo costaba 4 mil 500 bolívares y ahora se consigue hasta en 60 y 70 mil.
Los distribuidores que se encargaban de surtir la zona de Tintorero y Quíbor cerraron paulatinamente sus negocios por lo complicado que resulta conseguir algunos materiales, como la arcilla, carbonato y pasta de gres, además algunos son traídos del exterior, porque no se consigue en el país. Por tal motivo, los artesanos han tenido que brincar y saltar para poder resolver los pocos pedidos que tienen.