LA PRENSA DE LARA | Agencias.- En su residencia de Barquisimeto, siguiendo todas las recomendaciones sanitarias impuestas por la pandemia de coronavirus, celebra hoy 87 años de edad, junto a su esposa Sonia, su hijo Nelson y varios nietos, don Luis Aparicio, uno de los atletas más importantes en la historia de nuestro país, único venezolano que forma parte del Salón de la Fama de las Grandes Ligas.
Nacido en Maracaibo (Zulia) el 29 de abril de 1934 desde temprana edad mostró inquietudes por el deporte que practicaba su padre, Luis Aparicio Ortega, quien fue uno de los mejores shortstops de Venezuela en los años treinta y cuarenta. También incursionó en la disciplina del fútbol en divisiones menores, con una divisa de Maracaibo llamada Guaraní.
A mediados de los años cuarenta, cuando «El Grande de Maracaibo», como llamaban a su padre, vino a Caracas contratado por el Magallanes de primera división, el joven Aparicio se mudó a la capital y comenzó a jugar con el club Valdespino, por lo que su primera ficha se registró en la categoría infantil de la pelota menor caraqueña.
De regreso a su ciudad natal continuó su desarrollo en el beisbol menor con los clubes Garage La Principal, La Deportiva y Policía de Maracaibo. Este último elenco lo cede en calidad de préstamo al Policía de Caracas en el año de 1952, y de allí es convocado a la selección nacional de beisbol que representó al país en el Campeonato Mundial Amateur que se celebró en el estadio de la Ciudad Universitaria, en septiembre de 1953.
Salto al profesional
Hace poco mas de 66 años, mientras actuaba en el campeonato amateur del estado Lara, con el club Cardenales de Carora, Aparicio fue persuadido por su tío Ernesto para sumarse a las filas del club Gavilanes, que competía en el campeonato rotatorio de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional.
Originalmente estaba programado que debutara contra Pastora el martes 17 de noviembre. Pero un aguacero obligó mover el estreno para la siguiente fecha, día de Chiquinquirá, patrona espiritual del pueblo zuliano.
El miércoles 18 de noviembre de 1953, en el Estadio Olímpico de Maracaibo, Luis Aparicio Montiel reemplazó en el shorstop de Gavilanes a su padre y así comenzó la legendaria carrera de quien 31 años mas tarde, en enero de 1984, fue elevado al templo de los inmortales de las Grandes Ligas.
A principios de 1954, después que bateo para promedio de .244 en 53 juegos con Gavilanes, Luis Aparicio aceptó bonificación de 10 mil dólares de los Medias Blancas de Chicago, tras evaluar algunas ofertas que habían puesto sobre la mesa reprentantes de las organizaciones como Senadores de Washington e Indios de Cleveland.
Apenas 244 juegos de ligas menores con las filiales de Waterloo (clase B) y Memphis (AA) fueron necesarios para que los Medias Blancas decidieran que dos años después de reclutar a Aparicio estaba listo, a la edad de 22 años, para sustituir en el campocorto al caraqueño Alfonso «Chico» Carrasquel.
Fuente informativa: Líder.