LA PRENSA DE LARA.- SEPTIEMBRE es un mes de bambalinas, atractivos, disfrute en el cotarro beisbolero. No se trata únicamente de las pugnas por cada campeonato de división o liga. Las metas individuales entusiasman a los aficionados, especialmente cuando hay una lid interesante por alcances jonroneros. Ese es el caso ahora mismo. Nos envuelven en especial dos batallas contra números excitantes. Son dos personeros del gran bateo, uno desde principios de siglo y otro que pertenece a la segunda y tercera décadas. Dos jugadores con fuerza singular. En un caso, primario, el gran Albert Pujols, dominicano con una vuelta a la vida emocionante, la confirmación de una estupenda trayectoria. A los 42 añ;os le responde al largo calendario propio con otra de las citas históricas que acomete. Inicia el mes de cierre en la ronda regular con 694 jonrones, a solo seis de una cantidad electrizante a la cual solo han accedido Barry Bonds -con su asterisco puesto- Hank Aaron y Babe Ruth, imagínense ustedes de lo que estamos hablando. San Luis lo firmó en busca de atractivo promocional en su probable retiro, y una eventual ayuda con el barquillo, sin pensar que en esta recta final se convertiría, como en sus diez fabulosos primeros añ;os, en una estampa brillantísima del club. Ah, pero la radiante figura quisqueyana está a solo nueve empujadas de ser el tercer mortal sobre las 2.200, y avanza a 24 del inmensurable Ruth. El astro caribeñ;o no tiene reparos, ni escoge víctimas. Han sido 450 lanzadores distintos los que han recibido sus conexiones extramuros. Suma 3.362 hits y se detuvo momentáneamente en 1.900 anotadas. Por donde se lo mire un cuadro estadístico que deja absorto al más exigente. AARON Judge transita a sus 30 añ;os lo que se supone es la mitad del camino. Los 208 toletazos de vuelta entera no son ni la tercera parte de lo que compila Pujols. El lunes el bombardero yanqui se paró en esa exquisita y poco frecuentada barrera de los 50 cuadrangulares. Dos figuras que han partido de este mundo lo miran con fervor. Nada menos que Roger Maris (61 en 1961) y Babe Ruth (60 en 1927). Ningún otro ataviado con el uniforme a rayas ha sobrepasado el exigente listón. Judge ofrece una figura hercúlea que sobrepasa los dos metros. Es un espectáculo agotador de entradas en la ciudad de los rascacielos. Son solo siete los jugadores que antes de expirar agosto han atrapado las cinco decenas de vuelabardas, por lo cual las aspiraciones del gigante están muy bien fundadas. Hasta el miércoles las proyecciones daban 63. Recordemos que las temporadas de Ruth y Maris fueron de 154 juegos. Y el Bambino conectó un fenomenal total de 17 en septiembre del 27. No nos imaginamos la furia de reventa de entradas en el parque neoyorquino si el explosivo pelotero amenaza dinamitar la citada barrera. El lunes había 44 mil aficionados en la casa de Los Ángeles y muchos de ellos abuchearon cuando a Judge le entregaron un par de boletos. De observador en el terreno estaba su gran rival para el MVP, Shohei Ohtani. Nos vienen emociones diversas y constantes. Pujols y Judge serán responsables de muchas de ellas.
DICE José Yépez, gerente deportivo de Lara, que está casi lista la armazón del club. «Todos quieren jugar, unos antes y otros en noviembre y diciembre», apunta el exitoso ejecutivo de los guaros. Si las promesas son hechos habrá una probable sobrecarga de figuras en varias posiciones, pero es cuestión de