María B. Jordán | LA PRENSA DE LARA.- Los excluyen. Así es como se sienten los profesores estadales al referirse que los retroactivos de aumentos reflejados en el tabulador que entró en vigencia desde el primero de agosto aún siguen sin ser cancelados al igual que los bonos, mientras que el personal nacional cobra sin problemas.
Argenis Aguilar, quien es directivo de la Federación Unitaria del Magisterio de Venezuela (Fetramagisterio), explicó que desde agosto no les han cancelado el retroactivo equivalente a Bs. 84.000.000 por concepto de las dos quincenas de ese mes, además de Bs. 92.000.000 por el bono de Alimentación y Transporte, cuyos montos corresponden al tabulador de un docente 6, pero cada categoría tiene variación, según su escala. Dicen que ellos por ser de la nómina estadal los dejan al olvido.
En Lara son al menos 6.000 profesores, aproximadamente los que se están viendo afectados. Aguilar aseguró que mientras los nacionales cobran al día, ellos siempre tienen retrasos en los pagos de las quincenas y en esta oportunidad es la deuda del mes de agosto de los retroactivos.
Directivos de la coalición sindical de educación de Lara fueron ayer hasta la Gobernación de Lara y entregaron un oficio detallado con todas las deudas y retrasos que tienen con los educadores. «Y lo que nos dijeron es que nos dan respuesta el día viernes», dijo Dulce Meléndez, miembro de la Federación Nacional de Trabajadores de la Educación Venezolana (Fenatev). Al mismo tiempo, profesores y demás miembros sindicales se concentraron en la plaza La Moneda con pancartas para exigir sus derechos.
Argenis Aguilar, de Fetramagisterio, explicó que a esas deudas se le suman las ausencias de beneficios como seguros de salud y funerarios.
Los profesores también hicieron énfasis en el pago a través del sistema Patria, asegurando que no están de acuerdo con esa modalidad que están aplicando, porque sus beneficios así sean bonos deben caer en su cuenta nómina.
Denuncias
Desde hace varios meses, los trabajadores de la educación están denunciando retrasos en sus pagos. Por ejemplo, en las quincenas tardan hasta una semana para que les caiga el dinero, lo que les afecta en su poder adquisitivo porque el dinero es poco y con el pasar de los días se vuelve sal y agua, y lo que podían invertir un día no es lo mismo que pueden comprar días después porque los productos aumentan.