Guiomar López | LA PRENSA DE LARA.- «Prefiero mantenerlo tranquilito mientras tiene el teléfono», es un error común de padres al permitir el uso excesivo del internet en sus hijos. Especialistas explican los riesgos cuando no hay control de tiempo o supervisión de los contenidos de las redes sociales, juegos y páginas web que visitan. En una sociedad tan avanzada, la curiosidad de los menores es enorme. Tal descontrol los expone a la ansiedad, aislamiento, cambios emocionales y ser víctimas de hechos delictivos.
Los expertos empiezan por aclarar que la internet no es mala, que lo perjudicial es el uso inadecuado. La supervisión de los padres evita que los hijos terminen con crisis de ansiedad, bajo rendimiento escolar y el ciberacoso. Los chantajes por fotos comprometedoras generalmente tienen un fin comercial, pero también pueden llevarlos a cometer delitos.
Según el psicólogo, Gerardo Sánchez, se debe entender que la adicción a la internet es definido por especialistas como justo ese momento en que la persona se desespera por estar conectado y pierde la noción del tiempo que pueda permanecer navegando.
Dijo que más del 50% utiliza teléfonos celulares, seguido de computadores personales y en tercer lugar las tablet. «Lo que genera más angustia en los padres es desconocer con quiénes se relaciona su hijo». Les preocupa el anonimato de los contactos, en lo que puede esconderse desde lo delictivo hasta la influencia que provoque un cambio de conducta perjudicial hacia lo comercial e ilícito.
Aconseja que la familia debe empezar por orientar al menor sobre lo positivo y negativo de internet. Además de considerar necesario usar plataformas que permitan bloquear el acceso a contenido no aptos. Pero al dejar el libre albedrío al menor, este empieza por experimentar ansiedad, aislarse, perder interés por otras actividades e incluso hasta de su higiene. De allí, la necesidad de la mediación y negociación, entendiendo que siguen siendo más vulnerables por su curiosidad e inocencia.
Inevitable
Para el psicólogo, José Aranguren, es inevitable que los niñ;os y adolescentes sean atraídos por todos los estímulos de la internet, pero deben tener una sólida barrera de información de la familia y del respeto de las normas para el uso de la tecnología.
Menciona como uno de los indicios de problemas, cuando el niñ;o abandona el resto de actividades y prefiere sólo estar durante horas utilizando el celular. La ansiedad les puede provocar taquicardias, sudoración, preocupación y una conducta agresiva.
Advierte que hay que evitar el hábito noctámbulo, porque implica más ti