Agencias | LA PRENSA DE LARA.- A nivel mundial unas 800 mil personas se suicidan cada año en el mundo, lo equivalente a una persona cada 40 segundos, de acuerdo con los datos estadísticos de la OMS el suicidio es la tercera causa de muerte en la región de las Américas, en las personas entre 20 y 24 años de edad.
Los estudios realizados sugieren, según lo informa la doctora en psiquiatría, Karla Monsalve, que por cada suicidio concretado hay hasta 25 intentos, esto quiere decir que este evento está subregistrado y que los datos oficiales probablemente no reflejan la realidad.
Según la OMS, «La mayoría de muertes por suicidio se producen por personas de 45 a 54 años de edad a este le sigue, el grupo de 25 a 34 años y luego de 34 a 44 años de edad. En el conjunto de las regiones, el suicidio aumenta con la edad, las personas con más de 70 años, en especial los varones, son los que tienen la mayor tasa del suicido. Y en el caso de la población joven de 10 a 24 años, el suicidio es la tercera causa de muerte»
La tasa de suicidio en hombres es mayor que en mujeres, sin embargo, son las éstas quienes lo intentan más.
El organismo explica que se han descrito algunas diferencias entre las tasas de suicidio que hay entre hombres y mujeres, dentro de las cuales se encuentra la expectativa y por lo tanto presión que ha impuesto la sociedad referente a que los hombres deben cumplir con el rol de protector y cabeza de familia, y si por alguna circunstancia ellos no llevan a cabo estos roles pueden sentir que no tienen valor alguno.
Por otro lado, para los hombres puede resultarles más difícil pedir ayuda, «su forma de manejar el estrés y las preocupaciones de modo diferente a las mujeres, para ellos, es menos aceptable pedir ayuda porque pone en duda su capacidad para resolución del problema. Por otro lado, es importante mencionar que debido a su trabajo y el medio en que se desenvuelve pueden tener mayor disponibilidad de medios para cometer suicidio», dice la OMS.
Factores de riesgo
Cuando se habla de este tema tan importante y que causa tanta conmoción, asegura Monsalve, es fundamental conocer los factores de riesgos que tienen las personas para cometer suicido, es necesario evaluar cuales son inherentes al individuo, la familia, la comunidad y hasta el sistema de salud.
Dentro de los riesgos personales se toma en cuenta, la biología de la persona, la genética, alguna enfermedad física, si el paciente ha tenido intentos previos que puedan predecir si tiene o no riesgo para cometer suicidio, evaluar eventos vitales como la ruptura de una relación sentimental, divorcio, la pérdida de un ser querido, problemas financieros, diagnóstico de una enfermedad crónica; estrés agudo o si presenta algún trastorno mental, además del consumo de bebidas alcohólicas y/o sustancia psicotrópicas. Es importante indagar, si ha sido víctima de abuso físico, emocional, sexual o si ha estado involucrado en relaciones sentimentales conflictivas.
Otro factor importante se refiere al sistema de salud: cómo están preparados para ofrecer al paciente con ideas suicidas una ayuda inmediata para su evaluación y posterior tratamiento.
«Es importante que el personal de salud esté capacitado para abordar pacientes suicidas cuando llegan al área de emergencia, en la mayoría de los casos, es atendido por un médico interno o es el residente quien lo aborda y ahí es importante reconocer el papel del médico en el primer abordaje. Por ello, es necesario que estén capacitados para proveer al paciente una escucha activa en la que se sienta atendido y pueda en ese espacio conseguir ayuda a su problemática», explica.
Fuente: