EFE | LA PRENSA DE LARA.- El salario mínimo en Venezuela, cuyo aumento del 1.757 % fue anunciado por el Gobierno hace este sábado medio añ;o, ha perdido desde entonces cerca del 50 % de su valor, como resultado de la devaluación de la moneda local -el bolívar- frente al dólar, divisa de referencia para fijar los precios de bienes y servicios.
El incremento, que se hizo efectivo en marzo de este añ;o, supuso pasar el sueldo más bajo -que tienen miles de empleados públicos y pensionistas- de 7 a 130 bolívares, es decir, de 1,60 dólares a 29,68, en un momento en que la tasa oficial de cambio estaba en 4,38 bolívares.
La devaluación de la moneda local en los seis meses transcurridos desde entonces llevó a que hoy un dólar cueste 7,96 bolívares, por lo que el salario ha quedado reducido a 16,33 dólares.
A esta pérdida de poder adquisitivo se enfrenta Carlos Garrido, un profesor de matemáticas en una institución pública en Caracas, que lamenta que el Gobierno no haya cumplido la promesa de proteger el ingreso de la clase trabajadora.
«Mientras que el precio del dólar se mantuvo, se podía mantener ese nivel de compra. Ahora, que en las últimas semanas se ha visto vulnerado esa parte (por) el incremento del costo del dólar, pues evidentemente el nivel de compra ha disminuido», dijo a Efe el educador, que da clases particulares para compensar el bajo salario.
Según el profesor universitario y director del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM), Oscar Meza, «no es verdad que se ha logrado un crecimiento orgánico (de la economía) que pueda traducirse en bienestar, por lo menos por la vía del salario», contradiciendo así al Ejecutivo, que presume de una gran mejora económica.
El experto dijo a Efe que este ingreso, además de ser el «más bajo de Latinoamérica», está por debajo del umbral de pobreza extrema por rango de ingresos que establece el Banco Mundial, de 1,90 dólares al día, al ser de 0,54 dólares.
INSUFICIENTE
El incremento supuso una mejora en el poder de compra frente al costo de la canasta básica de alimentos pero, además de ser insuficiente, se ha reducido en el último semestre.
El Cendas-FVM calcula que, de requerirse 300 salarios mínimos para adquirir la canasta alimentaria en febrero, se necesitaron 16 tras el ajuste del ingreso en marzo.
Sin embargo, ya en julio se precisaban 21,20 salarios para acceder a la canasta, cuyo coste es de 470 dólares para una familia de cinco personas, según la medición del Cendas-FVM, que suple la falta de cifras oficiales. El Instituto Nacional de Estadísticas