Isabella Delgado | La Prensa.- En las neveras de los negocios de pasapalos ya no están a reventar de bandejas. Las láminas de metal del interior se dejan ver y las rejillas solo algunos potes de otros productos, como salsas y atipastos. La escasez y el alto costo de la harina de trigo le ha dado un fuerte golpe a la producción de pasteles, tequeños y croquetas.
El precio de la harina por saco ha subido como espuma. Pasó en cuestión de semanas de 12 mil a 18 mil bolívares. Negocios que usaban hasta 10 sacos todos los días, ahora se deben limitar a producir en base a dos o tres sacos a la semana. Ese es la cantidad le logran comprar a los distribuidores, si tienen suerte.Pero a veces pasan semanas sin conseguir harina.
Isabel Gutiérrez, dueña de un negocio de carrera 25 con 30, contó que el mes pasado duraron dos semanas sin producir porque no conseguían harina. “Nos costó mucho pagar los sueldos. No teníamos casi nada para vender. Tengo 12 empleados, 12 familias que dependen de nosotros. Si a la pequeña y mediana no nos dan material ¿cómotrabajamos?.
El gobierno debe entender que nosotros no somos los únicos afectados, los trabajadores también”, dijo la mujer de 75 años. Sus ojos aguados y voz altiva pero entrecortada de
mostraban su indignación y desespero.
Ante la escasez y alto costo de la harina y de los demás ingredientes, en los negocios de pasapalos han echado mano a la creatividad. Ahora ofertan productos revendidos, como huevos de codornis, pasta seca, suspiros; producen nuevos productos como bolitas de yuca rellenas. Uno de los negocios dedicados a la venta de pasapalos de la carrera 18 solo vende tequeños y pasteles por encargo. Han tenido que reajustar los precios y las ventas han decaído. “Ahora si vendemos cinco bandejitas es mucho”, comentó una trabajadora.