Guiomar López | LA PRENSA DE LARA.- La formación de Médicos Integrales Comunitarios (MIC) como neuropediatras despertó la erupción de un volcán ante el indicio de la posibilidad de «flexibilización» del baremo de aceptación y extenderse a otros postgrados de subespecialidades de la medicina. El rechazo es rotundo desde la Sociedad Venezolana de Neurología y la Dirección Nacional de Neuropediatría, recordando el perfil de profesionales que garanticen el derecho a la salud a la población en general. Se une el gremio médico al considerar una violación e irrespeto a los credenciales de profesionalización de alto nivel.
El temor que sienten es que no se trata de una novedad, sino que la denuncia es latente desde la maternidad Concepción Palacios de Caracas, cuando se conoció que los médicos comunitarios ejercían en área de neonatología. Un situación que fue rechazada por la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría, que estaba presidida por Huniades Urbina y que advertía los riesgos de no estar calificados para la atención de recién nacidos, porque no tenían la preparación de pediatras.
Urbina es pediatra y actualmente es secretario general de la Academia Nacional de Medicina, recuerda que este llamado de atención es desde hace unos 5 años. «Se debe respetar la preparación en postgrados. No era lógico», recalca de un profesional que inicialmente debe tener la experiencia y los conocimientos generales en pediatría, que luego lo lleva a focalizar ese diagnóstico de enfermedades en la población infantil.
«Esto es una irresponsabilidad del gobierno y oferta populista con un recurso humano que no está preparado», denuncia y exige que no se generalice a otras especialidades», rezonga.
Cuando Mariela Polo desde la Dirección Nacional de Neuropediatría confirma el reciente llamado de atención, recalca el riesgo de que se modifique el baremo de aceptación. «Lanzamos esta advertencia porque se viola el baremo de concurso de postgrado y en esta subespecialización se olvida la formación pediátrica», señala y recuerda del requisito indispensable de cumplir dicha residencia.
Al intentar realizar una comparación, precisa que es como si se tratara de medicina general y ni siquiera con la permanencia en dicho servicio. «¿Cómo vas a ser especialista, sin ser pediatra?», pregunta en tono fuerte de molestia, al recordar ese primer intento en neonatología en una de las principales maternidades de Caracas.
Reitera que la neurología es delicada y más aún pediatría, cuando se trata de la medicación de niños, incluso con fármacos de ciertos riesgos. Se debe conocer a fondo el organismo del niño y sus incidencias desde déficit de atención y trastornos del aprendizaje, quistes aracnoides y aquellos más delicados como lesiones, parálisis y tumores cerebrales.
Para René Rivas, presidente del Colegio de Médicos de Lara, se trata de una irregularidad que atenta contra las subespecializaciones y ni siquiera puede justificarse que se deba al déficit de especialistas, porque al tener esa premura de la estimación del recurso humano se debe asegurar la debida preparación de estos profesionales. Se trata de una formación académica que luego de ser pediatra, puede llevarse hasta tres años para terminar como neuropediatra.
Retumba la sirena de esas alarmas con el temor que se permita este tipo de preparación, que viola la formación previa como especialistas en cualquier área de la medicina. Piden respeto a la vida.
La carrera es secuencial
En ese riguroso llamado a concurso con conocimiento en la Federación Médica Venezolana, se tienen las residencias con prelación. Esto lo explica el doctor Ruy Medina, ex director regional de Salud y con amplía experiencia en formación desde la UCLA, al justificar que luego de la pediatría, corresponde la preparación como neuropediatría.
«No se puede saltar, porque se trata del programa de formación de postgrado», señala indignado de esa pretensión con los médicos integrales comunitarios, al punto de considerarlo como «una barbaridad de las autoridades, siendo los creadores de una especie de monstruos en el sector salud».
También recordó que la formación es general, porque deben estar al tanto de la identificación de diagnósticos, así como de la interpretación de exámenes especializados.