LA PRENSA DE LARA.- Hoy deseo plasmar algunas ideas referentes a nuestro carácter, a nuestro temple, a nuestro espíritu como militantes de la revolución Bolivariana, y esto no es una receta, es más un como para encontrarnos, para ir cada día con mayor claridad en la lucha que damos con amor y entrega, es por eso debemos tener claro algunas actitudes, y doy inicio diciendo que lo que vence el miedo no es la valentía, es nuestra convicción, ¿Ahora, qué es la convicción? Podemos entonces decir que la convicción es una parte que se abre por dentro, que no se ve pero si se siente, decimos entonces que es apasionarse por una causa por la cual se es capaz de dar la vida, así que para ello y para sentirla debemos abrir nuestros corazones y así al comprender y entender la causa de lucha abrir nuestras manos para realizarla. También debemos como Militantes saber que la justicia de lucha contra toda forma de opresión es una convicción que produce posturas, actitudes, comportamientos y valores, cuando estas condiciones son saboreadas y compartidas alimentan nuestro espíritu de militancia, incluso cuando se experimenta en medio de tensiones e imperfecciones.& ;
Teniendo en cuenta que un empleado cumple órdenes, un funcionario trabaja por un salario, un mercenario hace satisfacer su necesidad individual, es perentorio saber que un militante se mueve por una indignación y por una entrega apasionada para que la clase oprimida se libere de la opresión, como toda lucha, y también la lucha por el poder popular es una cuestión pasional, ahora, al amamante no se le enseña que hacer para complacer a su ser querido, o querida, él o ella lo hace con entusiasmo o con osadía, quien ama hace, inventa caminos para alcanzar su objetivo. Es esa pasión que une la acción, la razón y el sentimiento e invade el espacio personal, la convivencia familiar, la vida en el trabajo militante, y continúa la búsqueda de la coherencia entre el dicho y el hecho.
Una cualidad de nosotros y nosotras los y las de izquierda, los que aceptamos la lucha es la capacidad para indignarnos en contra de cualquier injusticia cometida contra cualquier persona en cualquier parte, así que por esas razones no podemos aceptar como natural la sumisión, la dependencia, o acostumbrarse con la situación de los pobres e identificarse con la derecha, es dejar de lado la opresión, situación que jamás debemos permitir, y por lo cual debemos siempre revelarnos. Sin embargo, no se puede confundir la rebeldía con amargura ni con revuelta, y menos aún con malcriadeces, ya que la venganza iguala a la víctima con el bandido, la verdadera rebeldía despierta la autoestima, el embrión de la conciencia crítica necesaria para desmontar las injusticias del sistema que hoy nos oprime.
No debemos tener miedo a expresar que nuestro camino, nuestro proyecto es el socialismo, ser socialistas, en la teoría y en la práctica, lo que nos debe mover nuestro espíritu es la certeza de estar construyendo una patria donde la mayor suma de felicidad, la mayor suma de estabilidad social y política, sea el resultado final, es nuestro compromiso con la transformación de la sociedad, dejando de lado la explotación y la competición de los individuos, colocando en el centro al sujeto pueblo como protagonista, y es solo el socialismo, nuestro proyecto nacional con el cual lo podemos lograr, donde el hombre y la mujer en una nueva sociedad puedan habitar.
También es legítimo saber que sólo entendiendo y comprendiendo que es lo debemos producir para la vida, sin tener que acumular bienes, buscar vivir sin el consumo excesivo del sistema imperante, a sabiendas que los recursos naturales deben prevalecer para las generaciones futuras, poner en marcha nuestra creatividad humana es hoy a nuestros 19 años una tarea fundamental, debemos entender, aunque en ocasiones no han querido ridiculizar saber que el verdadero revolucionario y la verdadera revolucionaria, es guiado por grandes sentimientos de amor, aunque podamos tener muchas contradicciones e incluso somos capaces de reproducirlas, pero como militantes debemos dar sentido a la razón de nuestra existencia.
Y es ahí donde cada militante, con su espíritu de grandeza y convicción, como buenos artistas, pintemos con pinceladas de amor ese camino para vencer todos los obstáculos que se generen, y de ahí ser más soberanos, hermanos y hermanas de luchas, que sea el espíritu de Chávez y Fidel que nos impregne, esa voluntad de nuestro guía que hoy es Nicolás, así que vamos pues en estos 19 años a reafirmar ese espíritu de amor y de combate, ven vamos juntos y juntas por ese cambio, porque nosotros y nosotras, VENCEREMOS…& ;
Por: Gilberto Barreto
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