Agencias | LA PRENSA DE LARA.- La Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) condenó este martes los asesinatos de dos sacerdotes jesuitas en Chihuahua, norte del país, ocurridos el lunes en la noche.
«La Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) condena el asesinato de los sacerdotes jesuitas Javier Campos Morales (79 añ;os) y Joaquín César Mora Salazar (80 añ;os), ocurrido el 20 de junio en la parroquia de Francisco Xavier en Cerocahui, Chihuahua.», dijo la ONU-DH en un comunicado.
De acuerdo con la información recibida, los hechos sucedieron la tarde-noche del lunes, cuando Campos Morales y Mora Salazar intentaron auxiliar y brindar protección a un hombre que entró a la iglesia huyendo de personas armadas.
«Los dos sacerdotes eran parte del equipo de religiosos y laicos que están en la Sierra Tarahumara, donde realizaban desde hace más de treinta y veinte añ;os, respectivamente, un importante trabajo social y pastoral que, entre otras líneas, incluye fortalecer la cultura de la comunidad Rarámuri en todas sus dimensiones y la preservación del medio ambiente», recordó la organización.
Guillermo Fernández-Maldonado, representante en México de la ONU-DH, dijo que el asesinato de ambos sacerdotes «nos recuerda la situación de violencia extrema y vulnerabilidad que enfrentan las comunidades de la Sierra Tarahumara en Chihuahua».
«Ante estos crímenes aliento a los tres niveles de gobierno a implementar de manera efectiva el plan de contingencia que fue acordado en 2016 para prevenir y responder a los ataques contra personas defensoras y periodistas en el estado», señ;aló el experto.
La ONU-DH -que dio sus condolencias a familiares y amigos de ambos asesinados- exhortó a las autoridades a desarrollar una investigación efectiva y exhaustiva de estos asesinatos «considerando todas las líneas de investigación relevantes e identificando a los autores materiales e intelectuales».
Además, señ;aló la necesidad de brindar a la comunidad de Cerocahui, y demás lugares de la Sierra Tarahumara en situación de riesgo, medidas de protección inmediatas, efectivas y concertadas con las mismas comunidades.
Ello con el fin de proteger la vida e integridad de los habitantes, tomando en cuenta que están ubicadas en zonas aisladas y con una fuerte presencia indígena que las hacen más vulnerables.
Finalmente, pidió que los cuerpos de los sacerdotes, que fueron sustraídos d