lunes, 25 noviembre 2024
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En Lara los productores se mantienen a flote a punta de trueques

Ana Uzcátegui | LA PRENSA DE LARA.- Los municipios foráneos del estado Lara volvieron a la época de la prehistoria, porque los productores del campo deben pagar desde los servicios esenciales para sobrevivir, hasta el combustible o las consultas médicas con parte de sus cosechas, debido a lo devaluado que está el bolívar y la poca confianza que le tienen, a la escasez de efectivo y las fallas en la conexión de internet para hacer transferencias electrónicas.

En parroquias como Guarico, Anzoátegui e Hilario Luna y Luna del municipio Morán, desde hace dos años sus habitantes han utilizado el café como método de pago, como ocurría en el siglo XIX cuando este rubro era tan valioso que era considerado casi oro. Luis Artigas, productor cafetalero de la zona, informó que con café llegan a pagar hasta el pasaje del transporte público. «El precio del kilo de café molido cuando no hay cosecha es equivalente al valor de un dólar. Un pasaje desde Guarico hacia Barquisimeto vale tres dólares, es decir se paga con tres kilos de café para ir a la capital de Lara y abastecerse de insumos», explicó.

Estas tres parroquias en Morán son consideradas el triángulo de la montaña, son zonas cafetaleras por excelencia, razón por la que los granos de café mueven la economía. «Aquí la gente intercambia el café por víveres, carne, gasolina y hasta sirve para pagar el servicio de un odontólogo por sacar una muela», comentó Artigas, quien indicó que la gente fija los precios en dólares, pero como también escasean las divisas en efectivo terminan pagando con quintales o bolsitas de café. Cada quintal tiene un peso de 46 kilos con 200 gramos.

Indicó que en temporadas de cosecha, de septiembre a febrero el café se cotiza más barato. «Lo que se conoce como café verde, que es el grano que no ha sido tostado ni molido es valorado en dos dólares el kilo. Lo que quiere decir que con un kilo se pueden pagar dos harinas PAN», soltó.

Pagan con lechugas

En el caso de Sanare, en Andrés Eloy Blanco, la cosecha de lechuga, coliflor, brócoli, papas y café son esenciales para comprar combustible. «La gasolina que se consigue en esta zona es bachaqueada, por lo tanto cobran el litro hasta en dos dólares. Cuando no tenemos flujo de caja para cancelar utilizamos parte de la mercancía que debemos trasladar al Mercado Mayorista de Barquisimeto (Mercabar), para pagar», relató Alberto Escalona, agricultor.

Comentó que para llenar el tanque de su camión 350 que es de 50 litros, deben despojarse de 10 cestas de lechuga, cuyo valor es de tres dólares cada una, más 10 cestas de brócolí que son vendidas al mismo precio, y sumarle cuatro cajas de coliflor que valen 10 dólares cada una para pagar los 100 dólares que le cuesta ir seguro a Barquisimeto.

El economista Jhon Cisnero, informó que las personas buscan transar o realizar algún intercambio comercial bien sea con dólares o con algún producto, para evitar que las transferencias con moneda nacional pierdan valor muy rápido, y aseguró que el trueque se está aplicando tanto en los municipios más humildes del país como en la capital de la República.

«Aunque el uso del dólar domina las transacciones que se están haciendo en Venezuela, hay comercios que no tienen como dar vuelto en divisas, y terminan entregándole a las personas algún producto a cambio, eso está ocurriendo hasta en Caracas», expresó.

Ganaderos sufren

En el caso del municipio Urdaneta, Alcifredo Reyes, director de la Asociación de Ganaderos, informó que el trueque se impone por las severas restricciones de gasoil y gasolina que han dejado a asentamientos campesinos incomunicados.

«Comunidades de El Tesoro, Los Uriales, Las Lomas, Las Maporas, Rancho Verde y Las Mayas, que están a dos horas de Santa Inés en la parroquia Moroturo capital del municipio, el litro de gasolina en el mercado ilegal es vendido en 1.5 dólares, pero cuando los productores no tienen dólares en efectivo deben cancelarlas más cara con queso o leche. Un kilo de queso cuesta dos dólares, pero los bachaqueros llegan a cobrarles por cada litro de gasolina un kilo de queso, llegando a perder parte de sus ganancias», resaltó.

Se desesperan

Alcifredo Reyes, ganadero, también explicó que hay comerciantes de Barquisimeto, que viajan una vez a la semana a los caseríos de Urdaneta para intercambiar pasta, arroz, y harina por sacos de maíz o queso.

«Estas comunidades pasan hasta dos meses sin recibir un cisterna de gasolina o gasoil, las vías agrícolas están muy deterioradas, cuando llegan estos comerciantes foráneos las personas se desesperan, buscan además de comida medicinas como ibuprofeno y acetaminofen», relató. Apuntó que un saco de maíz cuesta 16 dólares.

En Duaca, municipio Crespo, Daniel Mendoza, productor, expresó que los agricultores que cultivan alimentos rápidamente perecederos como tomate, ají dulce, cilantro y aguacate no llegan a encontrar gasolina para bajar su mercancía a Barquisimeto, cambian su producción por otros rubros que le sirvan de consumo diario.

«En Duaca existen 1400 productores, pero semanalmente son atendidos con combustible 100 productores. Hasta las cabras que son criadas se llegan a intercambiar por combustible o víveres», apuntó.

Distorsión

Marisela Cuevas, economista, sostiene que el trasfondo del trueque y de la fijación de dólar como forma de pago y como unidad de medida, es que en Venezuela es que se ha perdido la institucionalidad. «Se ha perdido la autoridad monetaria que recae por ley en el Banco Central de Venezuela. Esta institución dejó de ser creíble, porque emite una moneda que nadie quiere, que no tiene confianza. Además ejecuta y formula políticas monetarias sin ningún objetivo claro, en función del excesivo financiamiento al gasto público», expresó.

Alega que se impone el trueque porque no hay un sistema económico lógico. «El sistema económico está quebrado, es inoperante y por eso confluyen distintas monedas que no son la moneda de curso legal, aunado a la hiperinflación que tenemos. Es como un cóctel de elementos que hacen que las personas necesiten subsistir de alguna manera», resaltó.

 

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