Agencias | LA PRENSA DE LARA.- Ucrania advirtió este lunes que la situación humanitaria de la ciudad de Mariúpol, bombardeada y asediada por las tropas rusas desde fines de febrero, es «catastrófica», antes de que los negociadores rusos y ucranianos se reúnan esta semana en Estambul.
Unos 20.000 ucranianos han muerto violentamente desde que Rusia inició su invasión, el 24 de febrero, y 10 millones han tenido que abandonar sus hogares, según las autoridades ucranianas. Varias ciudades continúan siendo bombardeadas sin descanso, como Mariúpol, en el sur.
Muchos en Ucrania sospechan que Rusia podría usar las conversaciones como una oportunidad para reagrupar fuerzas y resolver graves problemas tácticos y logísticos en sus fuerzas militares.
El jefe de inteligencia ucraniana, Kyrylo Budanov, indicó en Facebook que Putin podría intentar dividir el país como Corea, al «imponer una línea de separación entre las regiones ocupadas y no ocupadas» de Ucrania.
Rusia tiene control de facto sobre la región sureñ;a de Crimea y las autoproclamadas repúblicas de Donetsk y Lugansk en la región oriental de Donbás.
El jefe de la región separatista ucraniana de Lugansk ha indicado que podría celebrar un referendo sobre su anexión a Rusia.
La resistencia en la asediada Mariúpol es el principal obstáculo para que Moscú obtenga control terrestre continuo entre Donbás y Crimea.
Urgencia humanitaria
Sobre el terreno, la esperanza rusa de arrasar Ucrania sin resistencia ha desaparecido.
Las fuerzas rusas han logrado pocos avances en capturar las ciudades clave, lo cual los llevó a recurrir al bombardeo aéreo de civiles.
Apoyados por armamento occidental, los combatientes ucranianos han resistido e incluso hecho retroceder a los rusos.
Las líneas de combate parecieron retroceder desde Mikolaiv, con una contraofensiva montada en Jersón, unos 80 km al sureste.
Y en la ciudad portuaria de Mariúpol, en el sur del país, las necesidades humanitarias son extremas. Allí continúan atrapados unos 170.000 civiles sin alimentación adecuada, agua o medicamentos, rodeados por las fuerzas rusas, según el ministerio ucraniano de Relaciones Exteriores.
El ministerio tildó la situación de «catastrófica» y afirmó que el asalto ruso, lanzado por tierra, mar y aire, había convertido «en polvo» la ciudad, de 450.000 habitantes.
Francia, Grecia y Turquía esperan lanzar una «operación humanitaria» para evacuar civiles los próximos días, según el presidente galo Emmanuel Macron, quien buscó el visto bueno de su par ruso, Vladimir Putin.
La vice primera ministra ucraniana, Iryna Vereshchuk, indicó que las autoridades habían renunciado a abrir corredores humanitarios este lunes por temor a las «provocaciones» de las tropas rusas.
Por otro lado, en Rubizhne, en la región de Lugansk, una persona murió y otra fue herida en bombardeos rusos la pasada noche, según las autoridades ucranianas regionales.
Más al oeste, cerca de la capital, Kiev, Andrii Ostapets se mostró decidido a regresar a su pueblo, Stoyanka, para llevarle comida a sus vecinos, si siguen vivos, pese a la amenaza de los francotiradores rusos.
«Vimos gente muerta, casas quemadas, vivimos en un infierno» cuando Rusia ocupó Stoyanka, declaró el hom
Como Francia, Alemania y el Reino Unido también tomaron distancia de esas declaraciones.
Fuente: AFP