María Betania Jordán | LA PRENSA DE LARA.- Resuelven en las colas de combustible. Los vendedores informales andan del timbo al tambo, pero han optado por llegar a las kilométricas colas y ofrecer su mercancía, destacan que es allí donde venden más, en especial en horas del mediodía.
Chichas, tostones, raspados, torticas y café son algunos de los alimentos que venden en las colas de gasolina. Se puede ver como desde bien temprano los cafeceros andan con su termo ofreciendo café, mientras que al rato ya pasan los de las tortas y chichas.
Cuando el sol «está que quema», los vendedores de raspado salen al ruedo, con su campanita comienzan a ofrecer y es cuando los consumidores piden para lograr apaciguar el calor. La chicha también sirve para pasar las tediosas colas de combustible e incluso de gas, muchos aseguran que es un «aguante» para llegar a sus casas y comer.
David Contreras, quien vende raspados, explicó que él da unas dos rondas de punta a punta en las colas que se hacen en la avenida Las Industrias, en el oeste de Barquisimeto y luego va a otro sitio. «Cuando hay juegos o eventos voy y me regreso a las colas otra vez», asegurando que es una manera de tener más ventas y las ofrece hasta en un dólar el vaso grande.
Los chicheros, sin duda también se la pasan recorriendo las colas del este u oeste de la ciudad, pues cuentan que buscan vender todo el termo, hay unos que incluso van recorriendo las calles y a medida que pasan por las estaciones hacen varias rondas para captar clientes.
«Yo camino por las colas y a veces vendo tres termos, cuando antes vendía uno en el centro o en la Vargas», comentó José López, quien vende café y guarapitos.
Los vendedores informales dicen que la idea es tener punto de venta porque el efectivo es complicado de conseguir, pero también aceptan trasferencias o pago móvil como método de pago.
Hay quienes también ofrecen accesorios para carros o para celulares y cuentan que también tienen ventas, hay otros que ofrecen frutas y hasta conservas de leche y coco.