Euseglimar González | LA PRENSA DE LARA.- Por el crimen de Deglis Javier Barahona, de 22 años, un funcionario de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) es buscado hasta debajo de las piedras, pues él junto a dos mujeres más estarían involucrados en el hecho que conmocionó a la comunidad de El Jayo, al norte de Barquisimeto.
El Cicpc se encuentra tras la pista de Yoiker Daniel Vargas Rodríguez, de 19 años, un GNB de profesión, por estar, presuntamente, involucrado en el homicidio de Barahona, quien se encontraba desaparecido desde el 23 de febrero y lo último que supo su familia fue que iba a casa de su expareja Delmary Pineda (34), en El Jayo, para llevarle unas chucherías a sus hijastras, pues las quería como si fuesen sus hijas de sangre.
Una fuente policial indicó que a Deglis lo sometieron, torturaron y asesinaron en la vivienda de su expareja. Por el hecho se encuentran detenidas Delmary, su expareja y su hija de 15 años.
Una amiga de la víctima contó A LA PRENSA que, al parecer, Delmary había llamado a Barahona para que llevara dulces, pero todo se trató de un engaño. Cuando el militar llegó a la casa lo habrían sometido y con ayuda de las otras dos mujeres lo torturaron para luego estrangularlo. A los «Monstruos de El Jayo» no les bastó con asesinarlo, sino que picaron el cuerpo, lo quemaron y enterraron en el patio.
«Son unos monstruos, la cárcel le queda pequeño para lo que merecen. Intentan acusar a ese muchacho como un violador, pero no es así, aquí los únicos responsables son ellos», sostuvo un vecino de la comunidad.
Los familiares de Deglis debieron esperar 72 horas para poner la denuncia de desaparición en el Cicpc. La Coordinación de Investigaciones de Delitos Contra las Personas iniciaron las averiguaciones y comenzaron con los interrogatorios con las personas más cercanas y la expareja de Deglis.
El viernes, cuando los funcionarios llegaron a El Jayo, los vecinos les contaron que días atrás en la vivienda se escucharon gritos y luego vieron que estaban quemando «basura» en el patio. Una fuente reveló que los detectives interrogaron a Delmary y luego de varios minutos, la mujer, supuestamente, cayó en contradicciones y no le quedó de otra que confesar el crimen y dirigió a los Cicpc hasta el sitio en donde enterraron a la víctima.
Se supo que el sábado en la tarde, la adolescente de 15 años, presunta responsable, se entregó ante el Cicpc y será presentada junto a su madre por el presunto delito de homicidio.
El móvil del crimen es manejado como pasional.