martes, 26 noviembre 2024
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Grisanti: Vamos a un proceso de estabilización de la miseria

Ana Uzcátegui | LA PRENSA DE LARA.- De ser el país con más crecimiento económico en Latinoamérica desde 1920 hasta finales de los 80, donde la población llegó a tener un poder adquisitivo superior al de la potencia Japón. Venezuela pasó a ser la nación con la caída más estrepitosa, perdiendo el 85 % de su Producto Interno Bruto (PIB) desde 2013. Cuyos niveles de pobreza extrema y destrucción son similares a los que experimentaron países que participaron en la Primera y Segunda Guerra Mundial, sin haber registrado un conflicto bélico. Así lo explicó Alejandro Grisanti, economista y socio director de Ecoanalítica.

«El PIB no va a seguir cayendo este año, va a haber un proceso donde nos vamos a quedar. Si no hay un cambio político ni un consenso, nos vamos a estabilizar como el segundo país más pobre del hemisferio, después de Haití«, expresó quien también formó parte de la Junta Administradora Ad-Hoc de Pdvsa, designado por el gobierno encargado de Venezuela desde abril 2019 a mayo 2020 cuando renunció.

«Tenemos muy poca capacidad de construir riqueza, aunque hay sectores ganadores como salud, alimentos, comercio que han crecido, y a otros, la gran mayoría, que les irá muchísimo peor», mencionó.

La economía de Venezuela antes de la pandemia estaba devastada, ¿Cuál es el diagnóstico ahora?

El país está produciendo ahorita entre un 12 y 15 % de lo que era en 2012. El hito de la caída económica no tiene que ver con la pandemia, a pesar de que se acentuó el año pasado, el hito de la caída económica es desde 2013 cuando Nicolás Maduro asume el poder y tenemos una caída muy fuerte del PIB. Una caída que no ha sido comparable en el hemisferio occidental. Nunca ha habido una caída de estas magnitudes con una hiperinflación. Entonces, creo que el único responsable es Maduro, el régimen, su equipo que lo ha destruido todo.

Jesús Farías, diputado de la Asamblea Nacional chavista, dice que en Venezuela la economía está comenzando a reactivarse. ¿Esto es cierto?

Cuando vemos a parte del equipo del gobierno que destruyó el país decir que parece que viene un crecimiento económico, después de nueve años consecutivos de caída o que van a abastecer de gasolina a partir del primero de julio, o a reactivar las refinerías, a producir petróleo, todos esos comentarios son pocos creíbles.

¿No hay posibilidad de ningún tipo de crecimiento?

Lo que está pasando es que hemos caído tanto, la economía se ha contraído de una manera tan fuerte, que yo creo que sí vamos a tener un proceso de estabilización. El PIB no va a seguir cayendo, va a haber un proceso donde nos vamos a quedar, sino hay un cambio político, sino se crea un consenso político de lo que se debe hacer de cara al país, vamos a un proceso que yo lo he nominado «estabilización en la miseria». Nosotros somos el segundo país más pobre de Latinoamérica después de Haití, ahora somos más pobres que Nicaragua, o que muchos países centroamericanos que tenían por mucho tiempo siendo los más pobres.

Usted ha dicho una frase demoledora: «Para reconstruir los 9 años de Maduro en el poder, Venezuela va a necesitar 36 años. ¿Por qué la recuperación será tan lenta?

Porque la destrucción fue mucho más rápida. Esto es una destrucción sin precedente, un arrase de muchas de las empresas y capacidad productiva de Pdvsa y de otros sectores. Cuando nosotros en 1980 nos creíamos ricos, nos creíamos con alto poder adquisitivo, es que teníamos un poder adquisitivo superior al de Japón a finales de los 70. Cuando vemos la caída muy profunda que tuvo Venezuela, y nosotros a esa caída le asignamos las tasas de crecimiento impresionante que cumple Venezuela en 1920 hasta finales de la década de los 70, nosotros lo que proyectamos es que para llegar a los niveles estándar de vida a los niveles de producción por habitante que tuvimos en el 2012, vamos a requerir de 36 años. Es decir, en 2050 o 2060 alcanzamos el nivel óptimo.

Plantea que sólo con un gobierno de transición podrá haber un crecimiento económico. ¿No cree que ese consenso necesario está cada vez más lejos, ante la negativa de Maduro de aceptar elecciones presidenciales libres y una oposición dividida?

Yo estoy en desacuerdo de la diplomacia de micrófono. Creo que se han logrado acercamientos importantes, se ha ido llevando a algunos mínimos acuerdos allí. Con lo cual no necesariamente soy demasiado optimista donde realmente lleguemos a un acuerdo final, pero tampoco le descarto para ver hasta dónde se pueda llegar.

Estados Unidos y la Unión Europea son actores claves para que Maduro se siente a negociar. ¿Hay posibilidad que se flexibilicen las sanciones?

Estados Unidos y Canadá hicieron una declaración conjunta, la señal que mandaron es que si hay realmente paso firme que permita que Venezuela vuelva a ser una democracia, a reconstruir sus instituciones, y si hay la posibilidad de que se camine hacia unas elecciones libres y justas, sobre todo hacia unas presidenciales, sí puede que la comunidad internacional vaya reduciendo la presión de las sanciones sobre Venezuela.

¿Cómo evalúa el proceso de diálogo que Fedecámaras mantiene con el Gobierno desde marzo, sin lograr hasta ahora cambios económicos?

Nosotros hoy tenemos un gobierno que se da la vista gorda con el régimen de controles de precios, que no está aplicando los controles de cambio, que tiene una economía de puertos abiertos para que el sector privado de alguna manera importe y mejore la oferta de bienes y servicios que se vienen dando, pero esos cambios no se están haciendo por convicción, sino por la coyuntura del país. Esa flexibilización ha hecho que algunos sectores crezcan en los últimos tres años, como salud, alimento, comercio, telecomunicaciones, artículos de higiene personal, porque se han encontrado con un ambiente más pragmático del gobierno. A esos sectores se les ha recomendado que tengan cuidado, puesto que el hacha de los controles no ha sido eliminada.

Si vamos hacia una «estabilización de la miseria», ¿Cómo se verán afectados los sectores que en 9 años no han experimentado ningún tipo de crecimiento?

Toda la parte de producción, metalmecánica, manufactura, transporte han registrado pérdidas muy grandes en pandemia, de no crearse un consenso va a ser muy difícil su estabilización. Sin embargo, hay que destacar cambios fuertes de los actores económicos, de poder, como el hecho que ahora el sector privado es menos pobre que el sector público. En el 2012 el sector público siempre había sido inmensamente más rico porque era el principal productor petrolero, y el que tenía más acceso a divisas, al punto que terminaba repartiendo renta petrolera y divisas entre privados, ahorita ese paradigma ha cambiado. El sector privado no puede decir que es más rico porque nos hemos sumido todos en la pobreza, pero relativamente es menos pobre que el sector público, y es el que está dando los mejores salarios a los trabajadores.

¿Cómo se proyecta la hiperinflación al cierre de 2021?

La inflación será de 3000 %, los precios se van a multiplicar por 30, y el PIB va a caer alrededor de 1 o 2 %. El tema de inflación, yo diría que allí es muy poca la capacidad de mejora. En la medida que el Estado ha perdido su capacidad de recaudación, ha destruido por una lado la producción petrolera y la hiperinflación se viene comiendo las posibilidades de recaudación interna del Seniat, el Gobierno va a seguir emitiendo bolívares para poder reducir esos gastos. La única manera que tiene Maduro de poderle pagar a los doctores, a los maestros, a los policías es emitiendo bolívares y es por eso que no somos positivos en que se vaya a detener la hiperinflación.

¿Qué sentido tiene una nueva reconversión económica en Venezuela si no se ataca el problema de raíz, la hiperinflación?

Cuando nosotros hablamos que los precios se multiplican por 30 al cierre del año, quiere decir que en Venezuela va a hacer falta una reconversión monetaria que le elimine tres ceros al bolívar cada dos años mientras Maduro esté en el poder. Si la reconversión le quita seis ceros a la moneda, entonces van a tener que hacer cada cuatro años una nueva reconversión.

¿Qué se puede esperar de esa reconversión? ¿Maduro volverá a relanzar el Bolívar?

Lo primero positivo de la reconversión monetaria es que se va a simplificar la transaccionalidad del país, no van a colapsar los medios de pago. Ahora va a haber temas de redondeos que causan presión hacia el alza de la inflación; es decir, aquellos precios que estaban con cifras que ya no se pueden tener, van a redondear al alza, pero al final no habrá cambios profundos sin una agenda económica clara que cree confianza, que permita acceder a financiamiento internacional.

¿En cuánto ha aumentado la pobreza en el país?

En Venezuela, sólo dos de cada 100 personas no son pobres. Maduro destruyó a la clase media, hizo que la inmensa mayoría, un 97 % de los venezolanos este año estén sumidos en la pobreza, y lo más grave es que el porcentaje de pobreza crítica, endémica, donde ya la familia empieza a perder cualidades para poder trabajar, allí es mucho más difícil salir. Uno de cada tres venezolanos está en esa pobreza endémica, en esa pobreza semipermanente.

 

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