María B. Jordán | LA PRENSA DE LARA.- Desde el 2016, las providencias de los estudiantes universitarios fueron desapareciendo poco a poco, hasta el punto que hoy en el 2021 son inexistentes. Pasaron de contar con transporte con rutas hasta municipios foráneos, comedor con un menú balanceado y becas que podían cubrir la mayoría de sus gastos para sus clases, a escasas rutas y sin ningún tipo de alimentación.
Hace más de cinco años, la UCLA contaba con 463 rutas de transporte distribuidas en siete horarios diferentes que iniciaban a las 5:00 a.m. y culminaba a las 10:00 p.m., en el que eran beneficiados estudiantes no solamente de Barquisimeto, sino también de municipio foráneos, todas esas abarcaban los siete decanatos de la UCLA. Hoy el panorama es otro porque en la universidad sólo cuentan con cinco rutas y a medias que han sido reparadas por donaciones y por los mismos estudiantes, y sólo abarcan parte de Barquisimeto y Cabudare.
Para el año 2018 empezaron a desaparecer las providencias estudiantiles, las partidas presupuestarias para el comedor, transporte y becas las fueron recortando y lo que llegaba no cubría para el mantenimiento de las unidades de transporte, mucho menos para comprar comida. «Desde ese año dejaron de ser constantes las providencias», dijo Jesús Suárez, presidente de la Federación de Centros de Estudiantes (FCU) de la UCLA.
En el caso de la Unexpo sucedió lo mismo, antes del 2016 contaban con 32 rutas, que también llegaban hasta municipios como Jiménez, Simón Planas, Crespo e incluso contaban con un transporte exclusivo para Acarigua, en Portuguesa, pues la universidad también tiene estudiantes de estados vecinos. Esas rutas iniciaban a las 5:30 a.m. y los viernes esperaban hasta las 6:00 p.m. En la UPEL, el caso es muy similar, pues las rutas también abarcaban municipios foráneos y recorrían toda la ciudad.
En el 2018, el Gobierno nacional fue centralizando los recursos, en esa oportunidad ya todo se manejaba desde el Ministerio para la Educación Universitaria y las casas de estudio no tenían cómo comprar insumos ni reparar las unidades de transporte, pues lo poco que llegaba no alcanzaba para cubrir esos gastos, explicó Raúl López Sayago, rector de la UPEL.
En el 2019 la situación presupuestaria fue empeorando, lo que trajo como consecuencia que por lo menos el transporte para las Unexpo y la UPEL sea inexistente, mientras que la UCLA se mantiene con cinco unidades para abarcar solamente Barquisimeto y Cabudare, en el que también se ven beneficiados el personal docente, obrero y administrativo.
Cuando se entra en la UPEL y en la Unexpo, lo primero que se puede ver son las unidades de transporte arrumadas, unas desvalijadas porque lo poco que tenían se lo han hurtado. A algunas le fueron sacando piezas para reparar otras y mantenerlas operativas, pero el día de hoy ya no existe ese servicio.
Sin comedor
Para Raúl López Sayago, rector de la UPEL, que en el 2018 empezara la centralización fue una de las consecuencias para que se acabaran las providencias estudiantiles, como el comedor «porque no tienen cómo atender ese servicio». Porque años atrás ellos recibían el dinero y lo administraban, pero desde el Gobierno nacional se le hace complicado atender todas las universidades y no tienen conocimiento qué le falta a cada una.
Fraisa Codecido, vicerrectora académica de la Unexpo, explicó que antes del 2016 ellos servían 200 platos al día. El menú era balanceado tanto en el almuerzo como en la cena, pues contaban con sopa y seco con proteína animal bien sea carne, pollo y pescado, además de jugo natural y postre. «Hasta teníamos un menú exclusivo para deportistas», añadió.
La vicerrectora dijo que ellos a las 11:30 am ya estaban activos con el almuerzo, mientras que la cena empezaban a montarla desde las 3:30 pm «y se culminaba a las 6:00 pm, y los viernes teníamos un menú especial como hamburguesas e incluso en diciembre se servía el plato navideño».
Codecido explicó que hace cinco años fue cuando empezó a decaer las providencias estudiantiles. «Teníamos una partida que solicitábamos aparte lo que era condimentos, azúcar y sal, porque eso no iba incluido en el presupuesto de las providencias, pero hoy no existe ese servicio». Dijo que para el 2019 lo último que les llegó fue sardinas y frijol chino.
En ese mismo año, los estudiantes se organizaron para reactivar el comedor durante un intensivo porque llegaba una que otra cosa. De su bolsillo colaboraban con Bs. 4 mil y con eso podían comprar carne y pollo e incluso alguna fruta, pues el arroz y la pasta la tenían. Para ese entonces, se beneficiaban 260 estudiantes que estaban cursando el intensivo.
En la UCLA, antes del 2016 servían entre 10.000 y 15.000 comidas al día, que eran distribuidas en todos lo decanatos de la universidad, dijo Jesús Suárez, presidente de la Federación de Estudiantes Universitarios (FCU) de la UCLA, «pero desde ese año empezó a agudizar la situación de estas providencias estudiantiles», mientras que en el 2018 ya no eran constantes y hoy ya ni existe el comedor en la UCLA.
«El decaimiento total de las providencias coincidió con la llegada de Maduro al poder», dijo José Monasterio, miembro de la FCU de la UCLA, pues el costo de las bandejas no era viable para las empresas que llevaban la comida y tras la inflación el presupuesto fue inviable.
Hoy el comedor de la UCLA, UPEL y Unexpo se encuentran con sus puertas cerradas, las sillas llenas de tierra y sin atender ni siquiera a un estudiante, servicio que dejó de existir ante la falta de presupuesto, pues la disposición aún continúa.
Reparan algunas unidades
Los estudiantes universitarios se unieron y entre colaboraciones y donaciones lograron recuperar y hacerle mantenimiento a algunas unidades de transporte de la UCLA. Hoy están activas cuatro para cubrir solamente la ruta de Barquisimeto y Cabudare.
Así lo dijo José Monasterios, miembro de la Federación de Centros de Estudiantes (FCU) de la UCLA, el cual detalló que a través de los aportes lograron activarlas para que también el personal obrero, administrativo y los docentes pudieran hacer uso del transporte de la unidad.
«Pero son pocas las unidades para cubrir largas rutas», dijo Monasterios, pues explicó que hay personal que sale a la 1:00 pm y llega tres horas después a sus casas, porque al tener solamente cuatro unidades deben recorrer más tramos y no como antes que cada ruta contaba con un transporte.
Autoridades universitarias aseguran que antes contaban por partidas presupuestarias exclusivas para el mantenimiento de las unidades de transporte, pero a medida que fueron pasando los años las disminuyeron y en la mayoría de las universidades desaparecieron y por eso el servicio se vino abajo.
Los estudiantes de las zonas foráneas contaban con transporte tanto de ida como de vuelta a sus casas y hoy eso ya no existe. En la Unexpo, incluso tenían una ruta exclusiva para los estudiantes de Portuguesa que al igual que las demás fue desapareciendo por la ausencia del presupuesto a las universidades para mantener todas estas unidades activas y hacerle mantenimiento.