María B. Jordán | LA PRENSA DE LARA.- En detrimento. Así es como califican los educadores su profesión, pues con el pasar de los años les han arrebatado sus beneficios económicos y sociales, por lo que hoy 15 de enero cuando se celebra el Día del Maestro las luces de la celebración están apagadas; sin embargo, continúan con la lucha y el rescate.
Durante años la docencia en Venezuela fue una de las profesiones más dignificadas, pero con el pasar del tiempo se fue excluyendo y hoy no tienen motivos ni estímulos que conmemorar. Luis Arroyo, presidente del Colegio de Profesores, mencionó que desde aproximadamente el año 2000 empezó su pesadilla y hasta el sol de hoy siguen en lo mismo.
«No tenemos que celebrar porque no hay condiciones, la profesión docente se vino abajo», dijo Arroyo, quien además manifestó que a pesar de eso muchos continúan guerreando con el bajo sueldo que no les alcanza ni siquiera para comer.
Lo profesores recuerdan cómo en años anteriores cada vez que llegaba enero era un mes de preparativos, fiesta, alegría y reconocimientos; sin embargo, este año la situación no es la misma por todas las carencias que hay en el sector.
Dulce Meléndez, miembro de la Federación Nacional de Trabajadores de la Educación de Venezuela (Fenatev), dijo que el sector se vino abajo. «Los maestros no tienen ni un seguro social, no hay HCM».
Los docentes agregaron que también es un día para conmemorar aquellos profesores que han contribuido con Venezuela y que a pesar de la situación continúan en las aulas y no desmayan frente a la educación.
Laura Igarra, presidenta del Colegio de Profesores en Educación, dijo que también es propio recordar aquellos profesores jubilados que han perdido la vida «por la paupérrima condición socioeconómica, al no contar con los recursos para costear sus necesidades básicas».
A pesar de la situación, los profesores aseguran que no es momento de bajar la guardia y continuarán en la calle defendiendo y reclamando sus derechos y beneficios.