Ana Uzcátegui | LA PRENSA DE LARA.- La escasez de gasolina y gasoil, el esquema de cuarentena radical que restringe el turismo y las movilizaciones entre municipios, y los elevados precios de la materia prima para elaborar hamacas, figuras de madera y arcillas, son las principales causas que han hecho que en 13 meses de pandemia, hayan quebrado 190 comerciantes de 200 que habían registrados en la Aldea de Artesanos de Tintorero, municipio Jiménez en Lara.
«¡Está situación da ganas de llorar!», exclamó Oliva Sarmiento, cuyo taller que lleva por nombre Artesanía Sarmiento «El Negro Viejo», era uno de los más visitados en la Feria Internacional de Tintorero realizada hasta 2019, históricamente cada mes de agosto. «Tengo siete telares en mi casa y todos están llenos de polvo», soltó. al relatar que se quedó sin capital para invertir en materia prima y hoy con pesar confiesa que dejó de fabricar hamacas y de diseñar adornos y enseres con arcilla o madera, pasó a ser revendedora de los únicos tres grandes negocios de artesanía que quedaron en el pueblo.
«La familia Sarmiento es artesana desde hace más de 100 años, pero nunca habíamos vivido una crisis económica tan crítica y prolongada como la que estamos viviendo con la pandemia», contó que a veces pasa semanas enteras sin poder hacer una venta.
«Algunos camioneros se paran en las semanas de flexibilización y se llevan una hamaca, pero sin embargo las ventas son 70% menos que hace dos años», indicó Eliza Torres. El valor de una hamaca individual es de 25 dólares y las matrimoniales van desde 50 dólares hasta los 150 dólares. Los únicos negocios que están abiertos son los de la entrada principal de Tintorero, los demás comerciantes se desanimaron y decidieron bajar sus santamarías por tiempo indefinido. La gran mayoría cambió de rubro o migró del país.
María Medina, artesana indicó que la escasez de gasolina ha sido el principal dolor de cabeza de los pobladores. «Sin combustible ¿cómo van a llegar turistas?», expresó.