LA PRENSA DE LARA | EFE.- Irán sigue clamando venganza contra Estados Unidos por el asesinato hace un año de su poderoso comandante Qasem Soleimani, cuya pérdida no ha mermado la influencia iraní sobre sus milicias aliadas en un Oriente Medio en creciente tensión.
«Cualquier acción que tome el enemigo contra nosotros será respondida con un golpe recíproco, decisivo y firme», aseguró este sábado 2 de enero el comandante en jefe de la Guardia Revolucionaria iraní, Hosein Salamí.
Washington teme una acción de represalia por parte de Teherán coincidiendo con el primer aniversario de la muerte de Soleimani en un bombardeo selectivo estadounidense el 3 de enero de 2020 cerca del aeropuerto de Bagdad.
Aunque una semana después la Guardia Revolucionaria atacó con misiles una base militar en Irak con presencia de tropas estadounidense, la venganza definitiva supuestamente todavía no se ha ejecutado.
Para honrar la memoria de Soleimani, cientos de personas se congregaron este sábado ante su tumba en la sureña Kerman, su ciudad natal. Tras aguardar pacientemente su turno, tocaron el sepulcro, cubierto con flores, y rezaron durante una ceremonia en el cementerio y en una mezquita próxima.
Su imagen es omnipresente en carteles y murales en las calles tanto de Kerman como de Teherán, en los que también aparece el número dos de la milicia iraquí Multitud Popular, Abu Mahdi al Mohandes, fallecido en el mismo bombardeo hace un año.
Soleimani, elevado a mártir y héroe en Irán y en otros países de la región como Irak y Siria, era el comandante de la Fuerza Quds, encargada de las misiones en el extranjero de la Guardia Revolucionaria.
Su legado se mantiene
El asesinato de Soleimaní supuso un fuerte golpe para Irán y su estrategia de influencia regional, pero un año después no hay grandes cambios en la política iraní de apoyo a movimientos armados afines como el iraquí Multitud Popular, el libanés Hizbulá o el palestino Hamás.
«Como buen comandante, informaba a sus colegas de sus planes y proyectos, los preparó para que siguieran su labor«, explicó a Efe el experto en asuntos internacionales Sabah Zanganeh, quien ocupó en el pasado los cargos de diputado, viceministro y representante de Irán ante la Organización para la Cooperación Islámica.
Según el analista, la estrategia de la Fuerza Quds «no es diseñada por una sola persona», por lo que la muerte de Soleimaní en vez de influir en sus planes «motivó más a sus miembros para conseguir sus metas, incluida la retirada de las tropas estadounidenses de la región».
Irán lidera el llamado Eje de la Resistencia contra EE. UU. e Israel, vertebrado por la Fuerza Quds, que incluye a Siria y los citados grupos Multitud Popular, Hizbulá y Hamás, así como a los rebeldes hutíes del Yemen.
«No hay ninguna señal de ruptura de sus planes o de retroceso de sus fuerzas«, subrayó Zanganeh, quien apuntó que esa estrategia es «a largo plazo, no se ha visto influida (por la muerte de Soleimani) y continúa en Irak, Siria, el Líbano, Palestina y el Yemen».
Su sucesor al mando de la Fuerza Quds, Esmail Qaani, subrayó de hecho ayer que la vía trazada por Soleimani para este cuerpo militar y para el Eje de la Resistencia «no cambiará, pese a los actos perversos de Estados Unidos».
En el cementerio hoy en Kerman, Aqdas Jozai, una mujer de 65 años vestida con chador, dijo a Efe que su muerte fue «muy dura y dolorosa», pero que ahora «todos son Qasem Soleimani, hombres en el terreno para cumplir sus objetivos».