El mundo del espectáculo está de luto tras confirmarse el fallecimiento de la legendaria actriz francesa Brigitte Bardot a los 91 años. La noticia fue difundida este domingo por la fundación que lleva su nombre, la cual lamentó la pérdida de su fundadora y presidenta. Aunque el comunicado remitido a la agencia AFP no detalló el lugar ni la fecha exacta del deceso, destacó la entrega de una mujer que, en la cima de su éxito, decidió abandonar el glamour de la gran pantalla para volcar toda su energía en el bienestar de los animales.
Bardot, quien protagonizó clásicos como Y Dios creó a la mujer y El desprecio, dejó una huella imborrable en la cultura popular tras rodar cerca de cincuenta películas. Más allá de su talento actoral, fue una figura que impuso tendencias de moda basadas en la sencillez y la sensualidad, convirtiendo destinos como Saint-Tropez en Francia y Buzios en Brasil en lugares legendarios. Sin embargo, a mediados de la década de los 70, optó por un giro radical en su vida personal y profesional al retirarse del cine, fundando en 1986 la organización que se convertiría en su mayor legado.


Brigitte era una activista imparable
Pese a su retiro, la artista nunca se mantuvo en silencio. En los últimos años, Bardot se vio envuelta en diversas controversias debido a sus posturas tajantes sobre política, migración y la caza, llegando incluso a recibir condenas judiciales por difamación. En sus escritos más recientes, como el epílogo de su libro Mon BBcédaire publicado el pasado octubre, la actriz defendía su derecho a la libertad individual, afirmando que ser uno mismo es vital, incluso si eso genera incomodidad en los demás.
Hasta sus últimos días, la icónica defensora de los animales residió en el sur de Francia, repartiendo su tiempo entre su famosa casa «La Madrague» y su refugio privado «La Garrigue», donde convivía con sus animales y su fe en una capilla personal.


