LA PRENSA DE LARA.- La llegada de las redes sociales generó y continúa modificando la forma en la que nos relacionamos con el mundo, no sólo nos permiten interactuar con personas a distancia, también posibilitan romper con las fronteras que anteriormente nos impedían acceder a conocimientos y culturas, sin embargo, cabe destacar que su uso, al ser una herramienta asequible y cotidiana, se convierte en un arma de doble filo, y voy a citar algunos ejemplos: y pregunto, ¿se te hace complejo desconectarte de tu celular al no estar enterado de lo que sucede al momento? ¿Sientes desesperación, enojo o frustración al no estar conectado en tus redes sociales la mayor parte del tiempo? ¿Generalmente te comparas o sientes tristeza al ver las publicaciones de tus conocidos? ¿Notas cambios en tu estado de ánimo al no tener los likes que esperabas?& ;
Podemos inferir que al día de hoy el fenómeno de la era digital nos atraviesa, y con él surgen cambios importantes, a los cuales debemos prestarles atención, muchas personas han accedido al mundo virtual por varias razones, algunas para tener mayor comunicación con sus familiares, amistades o hasta tener acceso a sus actividades profesionales; en cambio, otras recurren sólo por entretenimiento. Lo que es un hecho es que esta situación tecnológica trajo consigo un cambio en todo el proceso de socialización y, por consiguiente, muchas alteraciones y repercusiones en todos los aspectos de la sociedad y como nos relacionamos.
– ´´Con todo esto, el mundo de Internet ha generado redes que conectan al mismo tiempo a millones de personas dentro de espacios que inciden en la manera de pensar y sentir, generando dinámicas de apropiación en las que se esperan ciertas actitudes y comportamientos al programar ideas que en ocasiones vulneran a las personas, empezando desde su autopercepción´´.
En ese sentido, el tema de la identidad es uno de los ejes más perjudicados, al ser un proceso multidireccional y un elemento preponderante en la vida de cualquier persona conformada por un espectro de cualidades, características y rasgos que son percibidos y reconocidos para distinguirse del resto. Pero, desde la incidencia de las redes sociales, se vende la idea de que todas las personas son idénticas, al estar en un medio que impide el encuentro físico, exponiéndose a la pérdida de privacidad al estar presente el fenómeno del reconocimiento y aprobación de los demás.
Contemplando esto, hay muchas alteraciones en la vida de las personas, al estar constantemente relacionados con el uso excesivo de redes sociales, tal y como demuestran varios estudios al mostrar la relación que tienen con el estrés, la ansiedad y la depresión, dada la recompensa prometedora de ser una persona exitosa por la cantidad de «me gusta» o retweets que puedan llegar a tener. Es de considerar que hay muchos menores de edad que crecen día con día con estas ideas; esta exigencia se vuelve parte de su cotidianidad al estar rodeados de roles y estereotipos sociales, en este escenario, podemos continuar hablando de la adicción (aunque algunos o algunas defensores de las redes no les agrada esa palabra y les respetos sus argumentos) que se crea por estar inmersos la mayor parte de nuestro tiempo en la redes, conllevando a una serie de cambios en el comportamiento y las conductas que pueden ser:
– Pérdida de la noción y control del tiempo.
– Irritabilidad y aislamiento.
– Bajo rendimiento en las actividades rutinarias.
– Desinterés en las cosas que antes solían hacerse y disfrutarse.
– Alteraciones en el ciclo de vigilia – sueño.
– Inseguridad.
– Sobrepeso por el sedentarismo.
– Energía excesiva por el teléfono u otro enlace que permita conectarse a las redes sociales.
A pesar de que hoy en día sabemos que forman parte de nuestra vida cotidiana, por ende debemos tener conciencia del papel de las redes sociales en nuestras vidas es fundamental para impedir las consecuencias caóticas de su uso excesivo, sobre todo con el tema de la adicción aglutinando que también son instrumentos multifacéticos y su intervención en el capitalismo cobra mayor fuerza desde la globalización y el neoliberalismo, es importante que desde el autocuidado profundicemos en nuestro papel con el uso desmedido de las redes sociales o, si consideras que tienes dificultades, intentes buscar alternativas que impida que en algún momento llegues a vivir estos efectos.
Para finalizar, es pertinente mencionar algunas sugerencias:
– Lleva un control de uso del tiempo.
– Si crees que te cuesta trabajo dejar de ver contenido que te lastima o daña, empieza con metas cortas y proponte poco a poco dejar de verlo.
– No dejes de hacer las actividades que tanto disfrutas, siempre y cuando no te pongan en riesgo ante la pandemia.
– Deja tu celular o cualquier aparato digital a un lado en tus horas de sueño. No permitas que influya en tus horas de vigilia y trata de dormir 8-9 horas mínimo.
– Disfruta de la compañía de tus seres queridos.
– Recuerda que eres una persona única y que la cantidad de likes o retweets no definen a nadie.
– Así como el uso de las redes sociales pueden ser peligrosas en exceso, también podemos darles un buen uso. Lo más importante es que desde el autocuidado no permitamos que las exigencias del mundo cibernético nos lleven a tener estos problemas psicosociales de los cuales resulte complicado salir.
Gracias por leerme.
Un abrazo en la distancia.
Por: Gilberto Barreto
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