La CONMEBOL se ha pronunciado y ha condenado los actos de violencia ocurridos en la noche de ayer, miércoles 20 de agosto, durante el encuentro entre el Club Atlético Independiente y la Universidad de Chile, por los octavos de final de la CONMEBOL Sudamericana 2025.
Una batalla campal entre hinchas de ambos equipos dejó un saldo de 10 personas heridas y 90 detenidos, según informaron el club argentino y la policía. Esto ocurrió en las gradas del Estadio Libertadores de América, en Buenos Aires, y el caos se desató cuando los aficionados de la Universidad de Chile arrojaron proyectiles, como palos, botellas e incluso butacas, hacia las tribunas inferiores y laterales, donde se encontraban los hinchas argentinos.
En medio de la violencia, los seguidores de Independiente escalaron a la tribuna alta, donde se agredieron con los chilenos, despojaron de sus ropas a algunos de ellos y golpeándolos con palos. Diversos vídeos se han viralizado en las redes sociales, mostrando las peleas que ambas fanaticadas protagonizaron.
CONMEBOL suspendió el partido y comenzó investigaciones
El partido, que iba 1-1, fue suspendido temporalmente en el minuto 48 y luego cancelado por la CONMEBOL. La Confederación informó que está en contacto permanente con las autoridades de seguridad y monitorea la situación de las personas afectadas.
De igual forma, aseguró que actuará con firmeza de acuerdo con el reglamento de la Comisión Disciplinaria y que los datos recopilados están siendo procesados para aplicar las sanciones correspondientes. El resultado final del partido será determinado por la Unidad Disciplinaria de la CONMEBOL.
El embajador de Chile en Argentina, José Antonio Viera-Gallo, confirmó a la radio chilena Cooperativa FM que entre los heridos hubo personas con arma blanca y que al menos una de ellas se encuentra en estado de gravedad, aunque su nacionalidad no ha sido revelada. Al retirarse del recinto, hinchas de Independiente expresaron su enojo con el operativo de seguridad y con la decisión de ubicar a los visitantes en una tribuna cercana a los locales. «Es una vergüenza», «dan ganas de no venir más», repetían algunos.
Finalmente, la CONMEBOL reafirmó su compromiso con la erradicación de la violencia en el fútbol e instó a todos los clubes a implementar las máximas medidas de prevención y control para garantizar que este tipo de eventos no vuelvan a repetirse.