El senado de Francia aprobó recientemente una ley que tiene como fin la regulación de la venta de las prendas de ropa que son fabricadas por grandes empresas, categorizadas como parte de la «moda rápida«. Con esto, el país europeo se convierte en el primero en responsabilizar el impacto ambiental y económico que dichas marcas tienen a nivel mundial.
Esta resolución tuvo una votación de 337 a favor con un solo voto en contra, y busca responsabilizar a empresas que operan a grandes escalas en plataformas en línea, como Shein y Temu. Uno de sus principales propósitos es reducir el impacto ambiental que tiene la venta de productos que se venden en cantidades masivas debido a sus bajos precios.
¿Cómo funciona esta ley que regula la moda rápida?
La manera en la que esta ley será implementada es bajo un sistema que denominan «eco-puntuación«, en donde se tiene en cuenta cuál es el impacto ambiental de las empresas de moda rápida, bajo el criterio de las emisiones generadas, el uso de recursos y la reciclabilidad.
A partir de este 2025, las marcas que tengan las puntuaciones más bajas recibirán un impuesto de hasta 5 euros por artículo, y en el 2030 se espera que se eleve a 10. Asimismo, establece que dicho impuesto no podrá superar el 50% del precio minorista de dicha prenda de ropa.
Asimismo, han prohibido la promoción de los artículos de estas marcas por parte de influencers, lo que en la actualidad es uno de los principales medios de marketing para estas empresas de moda.
La ministra de Consumo de Francia, Véronique Louwagie, enfatizó que la misión de esta nueva ley es “proteger nuestro medio ambiente y nuestro comercio”, mientras que la ministra de Transición Ecológica, Agnès Pannier-Runacher, explica que esta nueva reforma es una manera de frenar la “invasión” de ropa de bajo costo y alto impacto ambiental que generan los productos de estas empresas.