La violencia intrafamiliar en Venezuela ha alcanzado niveles alarmantes, incrementando los casos en los que se ven involucrados niños, niñas y adolescentes víctimas de maltratos físicos y psicológicos, un ambiente que se torna tan hostil, en el que algunos hasta pierden la vida.
Según un estudio realizado por la Red por los Derechos Humanos de Niños, Niñas y Adolescentes (Redhnna) y Cecodap, publicado en el año 2023, en el contexto socioeconómico que atraviesa Venezuela, los niños, niñas y adolescentes se convirtieron en una de las poblaciones más vulnerables.
Indicaron que sólo en 2023, al menos 326 niños, niñas y adolescentes murieron de forma violenta en Venezuela. Según este informe, en varios estados del país registraron 1.541 situaciones relacionadas con muertes, abuso sexual, trato cruel, secuestros, femicidios, y demás violaciones a los derechos de los niños.
En el caso de Lara, en los últimos 15 años se han registrado al menos 21 infanticidios a manos de madres o padres, según los registros que ha publicado LA PRENSA. Mientras que el número de menores asesinados por cuidadores o padrastros podría ser mayor.
Estos casos han generado tanta indignación, porque precisamente quienes los concibieron y dieron vida fueron los mismos que se las arrebataron en momentos donde la rabia los cegó completamente. Estos hombres y mujeres que debían garantizar la paz de los pequeños, se convirtieron en sus verdugos e hicieron del hogar un infierno difícil de sobrellevar.
Los casos más impactantes de Lara han ocurrido en los municipios Iribarren, Andrés Eloy Blanco, Urdaneta y Torres, en su mayoría son infanticidios cuyos agresores son los padres, también hay casos de abusos sexuales y maltrato infantil.
Trato Cruel a Niños
Hace tres años, un lunes 30 de agosto en la mañana, habitantes de la urbanización Yucatán, al norte de Barquisimeto, vivieron momentos de dolor e indignación al conocer que un adolescente, de 15 años de edad, le propinó una golpiza a su hijo de apenas 11 meses de vida hasta causarle la muerte.
La madre del pequeño no estaba en la casa, había salido a hacer una diligencias y al regresar se encontró con la macabra escena. Su hijo estaba acostado en la cama, su cuerpo presentaba fuertes golpes y ella sin dudarlo de inmediato salió a pedir ayuda. El pequeño presentó hematomas en todo el cuerpo y aunque lo trasladaron hasta el ambulatorio de Tamaca fue ingresado sin signos vitales.
El caso conmocionó a los habitantes de la urbanización y aunque funcionarios del Eje de Homicidios del Cicpc se desplegaron por varias zonas de la ciudad para atrapar al responsable, esto no pudo ser posible. El padre del bebé sigue huyendo de la justicia, mientras que la madre fue detenida por ser, presunta, cómplice de los maltratos.
Dos años antes de este crimen ocurrió otro caso que causó dolor en los larenses. Mileidy Reverón (23) fingió el rapto de su bebé de dos meses y 23 días de nacido, pero pocos días después la versión fue desmontada y se conoció que todo se trató de un infanticidio.
El 1 de mayo de 2019, Reverón salió con su bebé en brazos. La dama estaba residenciada en Villa Productiva I, al oeste de Barquisimeto, iba caminando junto a su suegra y sus otros tres hijos de 8, 4 y 2 añitos, llegaron hasta la parada de rutas. Allí, la mujer le dijo a su suegra que se devolviera a la casa junto a sus otros niños, pues ella se dirigía a Yaracuy para visitar a su esposo que estaba detenido.
La «Sayona», como tildaron a Reverón, aprovechó que estaba sola, caminó unos 200 metros y llegó hasta donde estaba una quebrada, allí lanzó al bebé. La criatura murió por los fuertes golpes en el cráneo producto de la caída.
Aunque ella fingió un rapto en Yaritagua, las investigaciones del Cicpc dieron otro giro, era ella, su propia madre que le había causado la muerte al pequeño, cuyo cuerpo fue hallado 24 horas después. Para ese momento, el comisario Douglas Rico, director del Cicpc a nivel nacional, informó que Mileidy habría confesado el crimen y supuestamente dijo que lo hizo porque no se «sentía capaz de mantener al niño».
Este caso causó conmoción en Barquisimeto, mujeres la catalogaron de inhumana y decían que si no podía hacerse cargo lo pudo dar en adopción.
«El bebé estaba envuelto con su manta, ella fue tan desalmada al lanzarlo. Lo tenía que dejar en una casa de la zona y ya», recordó una vecina de la comunidad.