Casas de abrigo y tribunales trabajan juntos para encontrar familias adecuadas para los menores
Euseglimar González | LA PRENSA DE LARA.- Entre la vulnerabilidad y la búsqueda de un hogar así se encuentran los niños y adolescentes que han sido maltratados y violentados y que están bajo protección del Estado venezolano hasta lograr una familia sustituta.
En el estado Lara existen al menos cinco casas de abrigo que tienen como fin arropar a los menores que se encuentran bajo una medida de protección, emanada de un Tribunal de Protección, cuyo período de estadía de resguardo es evaluar y se estudia el caso junto con el Consejo de Protección. Pero si se extiende, los casos pasan al Instituto Autónomo Consejo Nacional de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes (Idenna), de donde los insertan en el programa de familias sustitutas.
Adriana Gutiérrez, trabajadora social de la Casa Hogar Don Aurelio, ubicada al norte de Barquisimeto, destacó que actualmente tienen a 12 niños, sitio en el que les dan protección y cuidado a los pequeños desde recién nacidos hasta los 10 años de edad que se encuentran en situaciones difíciles.
«Tratamos de cuidar y proteger a esos niños que han sido marcados, maltratados y abusados, pero también a los de hogares vulnerables y que terminan con desnutrición», comentó Gutiérrez.
La trabajadora social, que tiene años trabajando para la casa, contó que una vez que el tribunal dicta una orden de protección, los pequeños son enviados a casas abrigo, entre esas se encuentra Don Aurelio.
En la entidad también se encuentran instituciones como la Casa Abrigo Fortunato Orellana adscrita al Servicio de Atención Integral al Niño, Niña y Adolescente (Saina) Lara, Ciudad de los Muchachos, Chiquilladas y «Mi Patria Querida», este último forma parte del Idenna, ubicado en el sector Santo Domingo.
LA PRENSA consultó con fuentes policiales y judiciales sobre los casos en los que los niños y adolescentes son víctimas de algún hecho violento, además de quienes quedan huérfanos y sostuvieron que los jueces y defensores evalúan cada caso, si tienen a los abuelos o tíos que se puedan encargar de ellos, pero si el ambiente que los rodea es vulnerable quedan a cargo del Estado.
Una abogada, que pidió no ser identificada, indicó que la colocación familiar ha sido una de las más solicitadas no sólo por casos en los que los niños son maltratados, sino también porque hay muchos pequeños que se quedaron sin sus padres producto de la migración.
La abogada detalló que para colocarlos en un hogar, las familias pasan por evaluaciones psicológicas y sociales, las que empiezan con el emparejamiento familiar los padres sustitutos pueden visitarlos en las casas abrigo.
Luego empieza el proceso ante el tribunal, porque ninguna de las directivas de las casas abrigo están autorizadas para que salgan con los niños, es potestad del Tribunal de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes a través del juez, el encargado de revisar el expediente.
La Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente (Lopna) en el artículo 125, indica que las medidas de protección son aquellas que impone la autoridad competente cuando hay perjuicio de uno o varios niños o adolescentes, la amenaza o violación de sus derechos o garantías para preservarlos o restituirlos.
Mientras que el artículo 126 dice que una vez comprobada la amenaza o violación, la autoridad competente puede aplicar las siguientes medidas de protección: declaración de los padres, representantes o responsables, reconociendo responsabilidad con relación al niño o adolescente; separación de la persona que maltrate a un niño o adolescente de su entorno; colocación familiar o en entidad de atención y adopción.
Anarosa Sánchez, coordinadora del Consejo de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes del municipio Iribarren (Cpnnai), comentó que cumpliendo con el artículo 126 el ente dicta medidas de protección que sólo duran 30 días y si no hay factor protector pasa a tribunal.
Sánchez resaltó que en caso de que el procedimiento sea con miras a adopción deber manejarse por el Idenna.
El proceso de adopción es más largo y es el Idenna el encargado de evaluar a las personas que deseen adoptar.
Una cura al corazón
La labor de las casas abrigo no es sólo el cuidado físico de los niños y adolescentes, sino también su salud mental, es por eso que tienen equipos de especialistas, psicólogos y psicopedagogos para que traten cada uno de sus casos.
En la Casa Hogar Don Aurelio hay niños que tienen más de 5 años y no han sido adoptados, pues hay personas que buscan adoptar a niños con menos edad.
«Tratamos de darles amor a todos los niños y siempre pedirle a Dios que disponga de una familia que los amen muchísimo», comentó Adriana que pertenece al grupo «Hermanas Misioneras de Cristo Jesús».