Osman Rojas | LA PRENSA.- Minado de uniformados y restringiéndole el paso a todo aquel que intentara entrar amaneció el viernes 22 de julio la central Azucarera Río Turbio, empresa ubicada en la carretera vieja Barquisimeto-Yaritagua.
La visita de los militares a la azucarera es por una inspección, aunque trascendió que el Gobierno nacional busca un acuerdo con la empresa para que a los Comités Locales de Abastecimiento y Distribución (CLAP), les llegue más azúcar.
José Álvarez, presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Cañicultores de Venezuela (Fesoca), aseguró en conversación telefónica con La Prensa que todavía no hay un acuerdo firmado, aunque aceptó que es algo que está sobre la mesa. “Todavía no es oficial, no lo han comunicado pero es una opción”, comentó Álvarez.
Actualmente Río Turbio distribuye unas 29 toneladas de azúcar entres los grandes comercio del estado y uno de los objetivos del Gobierno nacional es que la empresa empiece a producir unas 180 toneladas de azúcar de forma semanal para que los Clap también sean beneficiado sin quitarle nada a los comercios.
En una primera instancia la central azucarera estaría pidiendo la asignación de divisas para garantizar el mantenimiento de las maquinas e incrementar la producción. “Con los recursos con los que se cuenta en la actualidad no se puede hacer mucho más”, soltó Álvarez.
Un trabajador de la central Río Turbio, que prefirió no revelar su nombre por cuestión de seguridad, aclaró que la visita de los uniformados no está relacionada de forma alguna con una expropiación. “Han sido muy cordiales y sólo han hablado de incrementar la producción para abastecer al país”, contó.
La Prensa intentó ingresar a la planta para acompañar la inspección de los funcionarios militares pero el acceso fue negado por el personal de seguridad. Oficialmente se pudo conocer que durante los últimos dos días, uniformados y directiva de la azucarera han estado en la zona de elaboración y envío del producto, chequeando todas las fallas que hay en la empresa.
Acerca de un posible aumento de la azúcar (el kilo pasaría de 35 a 385 bolívares) todavía no se sabe nada aunque es una propuesta que ya está sobre la mesa y que el Gobierno nacional evalúa para dar una respuesta concreta en los próximos días.
“A ese precio no se puede seguir trabajando, los productores de caña ya no quieren trabajar porque no es rentable”, soltó Argenis Camacho, trabajador de Río Turbio.