Ana G León | La Prensa.- La distribución realizada por los CLAP en el municipio Andrés Eloy Blanco no está llegando a todos los hogares de Sanare, según relataron habitantes del sector. Lo cual generó que este jueves 07 de julio en horas de la tarde se efectuara una concentración en la plaza Bolívar, frente al Edificio Municipal de Sanare.
“Desde hace tres meses no llegan las bolsas que distribuyen los CLAP a personas con tendencia opositora o con pensamientos antirrevolucionarios” según lo indicó Jackeline Aponte, habitante del sector La Loma.
“Hace una semana en una reunión del consejo comunal nos dijeron que todos debíamos ser revolucionarios para poder recibir la bolsa”, comentó molesta Aponte. Carlos Soto, dueño del abasto La Justa, reclamó que una vez un funcionario de la GN lo amenazó con meterlo preso si vendía productos regulados de empresas Polar en su local. “Antes podía vender organizadamente a la comunidad los productos que me llegaban. Teníamos la seguridad que llegaría el producto. Ahora con los CLAP quieren acabar con los negocios, negándole la comida al pueblo”.
Ante estos atropellos los habitantes han decidido tomar cartas en el asunto y proteger los abastos que quieren vender los productos de empresas Polar que llegan a los locales. “Si ellos quieren distribuir comida, que sea la de las empresas que han sido expropiadas. Que dejen a los que si quieren vender al pueblo en paz”, dijo Félix Saavedra, presidente de la Asociación de Comerciantes del municipio Andrés Eloy Blanco.
Saavedra informó que esta semana al abasto llegaron 100 harinas y 96 kilos de pasta que por amenazas tuvieron que ser entregadas a los integrantes de los CLAP. “Nos estamos muriendo de hambre y el Gobierno no hace nada al respecto. Hay mucha malnutrición en niños, jóvenes y hasta viejitos. Ya no aguantamos más. Por cosas como éstas es que queremos ayudar a los negocios a abastecer la comida a la comunidad”, protestó Saavedra.
Durante la concentración en la plaza Bolívar los habitantes aseguraron que mantendrían su lucha en la calle de no conseguir la respuesta deseada, porque todos los venezolanos tienen derecho de comer la comida que quieran.