Euseglimar González | La Prensa.- Francisco Soto cuenta que pide dos permisos al mes para poder comprar comida, pues los días que tiene de descanso son los fines de semana y pocos establecimientos comerciales venden productos regulados.
Al menos seis empleados piden permisos cada semana en sus trabajos para hacer colas en los supermercados y poder conseguir productos de la cesta básica. Si no son otorgados, se jubilan por la necesidad que tienen de buscar comida.
“No puedo pedir permiso a mi jefe todas las semanas porque me pueden botar y la situación económica del país no está para quedarse sin empleo”, comentó Emily Rodríguez, empleada de una tienda de ropa y bisutería en el centro de Barquisimeto.
Las empresas públicas y privadas han notado un ausentismo laboral, aunque no hay cifras que lo comprueben, pues propietarios y encargados consultados comentaron que es difícil llevar una cifra.
Los permisos son otorgados en algunas empresas por mediodía de trabajo. Es decir, un empleado tiene seis horas para hacer colas, contando las dos horas de descanso por el almuerzo.
Álvaro Entralgo, miembro de la Cámara de Comercio, apuntó que pedir permiso para hacer colas se ha convertido en algo común. Detalló que los trabajadores y los jefes llegan a un acuerdo, porque entienden que la escasez de alimentos les ha afectado a todos los venezolanos.
Las entidades públicas como la Alcaldía de Palavecino y la Gobernación de Lara otorgan el día libre a los empleados cuando les toca comprar productos de primera necesidad.
Manuel Virgüez, presidente de la asociación Movimiento Vinotinto, acotó que el ausentismo laboral por la búsqueda de comida puede incrementar más los despidos de empleados.
“Ellos no son los culpables de la crisis alimentaria que hay en el país, sino las políticas económicas del Gobierno nacional”, comentó Virgüez.
Los fines de semana son pocas las redes de alimentación, establecimientos y abastos en la ciudad que venden productos regulados, es por eso que el ausentismo laboral se ha incrementado en las empresas.