EFE | LA PRENSA.- El Senado brasileño inició la sesión previa a la votación prevista para mañana, en la que decidirá sobre la destitución de la presidenta Dilma Rousseff, que dejaría en el poder hasta el 1 enero de 2019 al mandatario interino Michel Temer.
La audiencia es dirigida por el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lewandowski, como garante constitucional de un proceso que Rousseff califica de «golpe de Estado», y comenzará con un debate entre la defensa y la acusación.
Según ha sido acordado con ambas partes, ese debate puede llegar a prolongarse durante unas cinco horas y será la última oportunidad que tanto defensa como acusación tendrán para intentar convencer de sus argumentos al pleno del Senado, constituido en tribunal.
A partir de ese momento, cada uno de los 81 senadores podrá tomar la palabra durante un espacio de 10 minutos, por lo que si todos decidieran intervenir y se cumplen los tiempos, esa etapa consumirá unas 14 horas.