Euseglimar González | LA PRENSA.- Albert José Meléndez Antique (27), presunto matón de la niña de 10 años de La Carucieña, no andaba solo cuando cometió el crimen el sábado en la tarde. Según funcionarios policiales, el tipo actuó junto a otro hampón y que fue aprehendido por funcionarios del Cicpc. La captura, al parecer, fue en horas de la noche.
Detallan las fuentes que el otro delincuente que acompañaba al presunto asesino era el que “cantaba la zona”, mientras Albert robaba a la pequeña y a sus familiares entretanto compraban helados junto a su padre y tíos.
Albert está detenido en la Emergencia del Hospital Central, donde se recupera de la paliza y los tiros que le propinaron varias personas de la comunidad que querían lincharlo, mientras que el otro malandro fue llevado al Cicpc del centro de Barquisimeto.
Albert recibió palo en todo el cuerpo, además de que presentó heridas de arma de fuego en el tórax, cuello, brazo derecho y pierna izquierda.
Según el portal del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), Albert tenía antecedentes penales del año 2012 por hurto calificado y daño a la propiedad.
Vecinos alegaron que Albert es el azote de La Carucieña. Según comentan, el tipo se la pasaba en las paradas robando a los usuarios.
Sumidos en el dolor
Familiares de la pequeña de 10 años llegaron el domingo 28 de agosto en la mañana a la morgue del Hospital Central a la espera de que entregaran el cuerpecito.
“¡Ay, Dios mío!, diez años, sólo tenía diez añitos”, decía llorando el padre de la pequeña mientras abrazaba a sus parientes.
A la niña tardaron para entregarla, porque recibió la descarga de escopeta en el cuello. Un patólogo le estaba explicando el retraso a un familiar que se encontraba en el sitio.
A las 11:00 de la mañana entregaron el cuerpo de la niña, la sacaron en un ataúd color blanco. Los familiares estaban sentados a pocos metros de la puerta de la morgue, cuando sacaron la urna salieron corriendo.
“¡No, no, no!, ¿por qué?”, gritaban familiares llorando mientras que trabajadores de la funeraria La Divina Pastora intentaban meter la urna al carro.
Familiares estaban afligidos y no dieron declaraciones a los medios de comunicación.
El sábado, parientes comentaron que la pequeña era buena estudiante y había pasado para quinto grado en la Unidad Educativa Instituto Madre María. También tenía tres años inscrita en clases de danza.