J. Orozco/ W. Croes | LA PRENSA.- A pesar de que la ZODI y la Defensoría del Pueblo indicaron que tomarán acciones legales contra del Sindicato Automotor del estado Lara, los transportistas se declararon ayer en rebelión y seguirán exigiendo 100 bolívares de pasaje. El lunes irán a la Alcaldía de Iribarren a las 10:00 de la mañana y esta acción podría culminar en un paro indefinido, de no ejecutarse el aumento.
Giovanny Peroza, líder del sindicato, explicó que después de que sacaron cuenta sobre el gasto que genera el mantenimiento de las unidades determinaron que el pasaje debería costar 360 bolívares por persona. Sin embargo, se pide sólo el aumento de 50 bolívares sobre el pasaje actual, hasta diciembre, cuando podrían exigir otra alza, debido a la inflación.
Nos declaramos en emergencia. No sólo tenemos gastos de las unidades. Somos seres humanos con hijos y familia que mantener. Todo aumenta y ahorita hemos tenido que comprar repuestos bachaqueados, eso nos ha pegado en el bolsillo”, explicó Peroza.
El dirigente también rechaza las declaraciones de “los políticos oficialistas”, quienes aseguran que los transportistas encuentran repuestos en la proveeduría, pues declara que tal proveeduría “no tiene insumos”.
Pliego de exigencias
De la reunión que sostuvieron los diversos factores que tienen competencia directa e indirecta en la tarifa del pasaje urbano salió una lista de exigencias que deben ser cumplidas de inmediato. La primera y más importante es que el sindicato debe dar la orden a sus afiliados de comenzar a cobrar el pasaje a 50 bolívares, como está establecido en la gaceta 13 del 2 de mayo de 2016.
Nosotros no podemos dar esa orden sin primero pasar por un consejo consultivo, el sector transporte está prácticamente quebrado”, expresa Giovanny Peroza, quien a final de la reunión no firmó el acta de exigencias, como parte del descontento por el resultado final.
La AMTT como autoridad que tiene la responsabilidad de establecer un ajuste en la tarifa debe ampliar el espectro de la consulta pública. Además de fijar una agenda, se tiene que hacer pública para que se logre la mayor participación posible de las fuerzas vivas.
La única exigencia que le aceptaron al sector transporte y que quedó plasmada en el acta final fue la de implementar en todas las unidades el cobro del pasaje estudiantil y también de poner un freno a las unidades piratas que operan sin control por toda la ciudad.