William Croes | LA PRENSA.- Se nace para ser bombero. En tiempos de crisis aún hay personas que sienten la vocación de arriesgar su vida para salvar la de otras.
Ser bombero debería ser una labor muy bien remunerada, como también la de los policías, pero ambas profesiones no escapan de la crisis presupuestaria que embarga a alcaldías y gobernaciones.
El sábado 20 de agosto, los diversos cuerpos de bomberos de la entidad celebraron su día con actos conmemorativos, les reconocieron de una manera de exponerse a las llamas y a diferentes situaciones de peligro, a veces con condiciones muy mínimas de trabajo. Con uniformes raídos, unidades que cumplieron su vida útil y equipos antiincendios que están obsoletos.
“Yo admiro lo que hacen los bomberos, arriesgan su vida por muy poco. Es más el tiempo que están en las estaciones que el que comparten con su familia”, expresa José Lobatón, una persona que estaba en la plaza Bolívar y se quedó a observar los actos conmemorativos del Cuerpo de Bomberos de Iribarren.
Los Bomberos de Iribarren no están exentos a la crisis presupuestaria y la situación del país. Son el cuerpo que atiende a casi todo el estado Lara. Desde Barquisimeto les toca asistir a otras delegaciones más desasistidas, como las de Palavecino, Morán y Jiménez, y además socorrer a municipios que no tienen bomberos, como Crespo y Urdaneta.
Desde el año pasado, los bomberos luchan con algo más que contra el fuego. Emprendieron una batalla para mejoras en los sueldos y beneficios, y la inclusión en el tabulador por el cual se rige la alcaldía. A pesar de que lograron varios beneficios, este nuevo aumento general del salario volvió a solapar sus ingresos.
“Esperamos que el Gobierno asigne los recursos que le corresponden a la alcaldía para cumplir con los compromisos salariales”, expresa el alcalde Alfredo Ramos, quien explica que los bomberos no escapan del presupuesto deficitario, en el cual se requieren de 2 mil 350 millones de bolívares para cumplir con el pago de sueldos y bono de alimentación.