Ana G. León | LA PRENSA.- En el supermercado Hiperlíder del municipio Palavecino están dos anaqueles full de salsa de tomate. Hasta hace unos meses, ver un estante con este producto era imposible porque su precio estaba regulado en Bs.370 y nadie dudaba en adquirirlo, pero ahora que está en Bs. 1.364,24 más de un cliente se ha espantado.
Y es que varios productos que antes eran regulados han aparecido en diferentes comercios del estado Lara con precios que no bajan de los mil bolos y que podrían llegar hasta 4 mil. “A veces me toca comprar cosas caras porque es lo único que se encuentra. ¿Cómo hace uno si casi no se consigue nada? Y cuando lo consigues está por las nubes. A veces compro más por necesidad que por otra cosa”, confesó Dozorlys Cumare en referencia a los nuevos precios con los que se han visto la salsa Ketchup, el desodorante Lady Speed Stick y un kilo de leche en polvo.
El aumento de esos productos hasta ha cambiado las preferencias de los clientes como le pasa a Juan Suárez. “En mi familia hemos tenido que dejar de comprar algunas cosas para poder llenar la alacena con otras que si son indispensables. Preferimos quitar cosas como la salsa de tomate de nuestra dieta”, dijo Juan Suárez cuando se enteró que la salsa aumentó alrededor de un 263.84% en lo que va de año. El hombre también “peló los ojos” al informarse sobre el costo del empaque de un kilo de leche que está en Bs. 3.408,16, cuando antes podía ser adquirido en Bs. 500.
En locales como Farmatodo se logró ver desodorante Lady Speed Stick hace una semana. El precio nuevo marcaba Bs. 3.900 cuando costaba Bs.16 el año pasado. El valor de los paquetes de toallas sanitarias para la mujer, hasta hace unos meses, no pasaban de 100 bolívares, pero ahora se pueden adquirir en Bs.1750.
Los nuevos precios también se pudieron observar en los enlatados. Para un venezolano de a pie, que trabaja 5 días a la semana y recibe el sueldo mínimo, es un lujo adquirir cualquier tipo de enlatado en la actualidad. El aumento desproporcionado del rubro hace que los anaqueles de los comercios se vean llenos, pero no por la demanda, sino por la poca venta que generan a los locales.
Si antes una lata de sardina Margarita tamaño grande podía llegar a costar Bs. 300 en la actualidad se consigue en 2 mil bolívares, lo que implica que los venezolanos están pagando Bs.1700 más, que es un 566,67% de aumento. Tomando en consideración esta cifra, se puede entender que muy pocas personas sean las que compren sardinas o atún. Productos que antes eran parte natural de la casa del venezolano.
Según cifras presentadas por el Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FMV), entre mayo de 2015 y mayo de 2016, la canasta alimentaria subió un 817.1%, para dar un total de 226 mil 462 con 17 bolívares. Se necesitarían alrededor de 22.1 salarios mínimos para poder cubrir los rubros necesarios de la cesta básica, lo cual explica porque actualmente los usuarios no los están adquiriendo en su totalidad y deciden elegir qué comprar para poder llevar comida o algunos enseres a sus casas.