Isabella Delgado | LA PRENSA.- En el afán de insertar un sesgo ideológico y un culto a la personalidad del presidente Hugo Chávez en la educación media, en la transformación del currículo escolar se dejaron grandes vacíos porque no explica cómo los docentes deben llevar a la práctica las nuevas directrices, carece de precisión al presentar las nuevas formas programáticas, omite problemas y desafíos actuales de los estudiantes y excluye gran parte de la historia de Venezuela.
Éste es el análisis expuesto en el foro sobre el cambio del currículo organizado por el Colegio de Profesores de Lara, liderado por Carlos Giménez Lizarzado, profesor con maestría en historia, docente e investigador de la Universidad Politécnica Andrés Eloy Blanco (Uptaeb) y la Universidad Central Lisandro Alvarado (Ucla); Luis Arroyo, presidente del Colegio de Profesores de Lara y Yolanda Aris, doctora en educación y exdirectora del liceo Coto Paúl.
Los docentes consideran necesario que los países transformen sus currículos en función de las necesidades sociales, rezagos detectados y los avances tecnológicos. Giménez usa el ejemplo de Ecuador, Bolivia y Nicaragua, cuyos currículos se han adaptado a los estándares internacionales. Pero en el caso de Venezuela el cambio curricular significa un retroceso radical en la educación venezolana.
Se basan en que mientras en el mundo la educación incorpora nuevas tecnologías y avances científicos, en Venezuela se da un paso hacia atrás al promover actividades artesanales y aisladas del macrodesarrollo como la siembra de huertos.
Giménez resaltó que se obvian por completo temas sensibles en la sociedad como el embarazo precoz, violencia escolar, drogas, crisis de valores, deserción escolar y crisis alimentaria. También hay incongruencias en la historia contemporánea de Venezuela: hay un salto desde la lucha independentista de Simón Bolívar hasta 1999, cuando el líder revolucionario Hugo Chávez tomó la presidencia.
“Se habla de grupos estables, que son como grupos de interés. No se precisa nada. Se plantean grupos de corte y costura, plomería, electricidad. Nosotros nos preguntamos ¿dónde están las máquinas de coser, los equipos?”, cuestionó la doctora Aris.