Isabella Delgado | LA PRENSA.- Si hoy se hiciera un reencuentro de la promoción del 2006 de licenciatura en enfermería de la Universidad Central Lisandro Alvarado (UCLA), solo podrían asistir 13 de las 50 graduadas, las que quedan en Venezuela. Las demás hicieron de otro país su hogar. Huyeron de la inseguridad que se viven dentro y fuera de los centros de salud, los bajos salarios, la sobresaturación del sistema y del “no hay”.
Marbelis Montes, de 34 años, es una de las licenciadas que aún está en Barquisimeto. Sin sobresaltarse detalla cuál ha sido el destino de sus colegas: 12 están en España, 6 en Chile y 19 en Estados Unidos. Las cifras de emigrantes de la promoción del 2006 aunque son altas, se volvieron normales en el gremio. “Me dicen que qué hago aquí todavía, que hay demasiado riesgo y poca paga”.
El grupo de Marbelis es solo una muestra del universo del gremio en Lara. Yuneida Camero, presidenta del Colegio de Enfermeras de Lara y docente del programa de enfermería en la UCLA, calcula que al menos el 30% de los licenciados y técnicos superiores se han ido del país o preparan su documentación para emigrar.
Destaca que la mayoría son profesionales jóvenes: “de un corte de graduandos de 54 licenciados, 18 me dicen que se van. Y así pasa en cada graduación”. Pero acota que licenciadas con más de 15 años de servicio también han decidido irse. Conoce de 35 casos de renuncias por emigración, 15 del hospital pediátrico Agustín Zubillaga y 20 del seguro social Pastor Oropeza.
La violencia y los robos han sido factores claves. “Decidí que no podía trabajar más en los públicos cuando fue el coliseo de Uribana. Los presos y los familiares te amenazaban, hubo mucha violencia. Aquí se meten en los pabellones y te sacan la pistola para que cures a los amigos. Pero nadie dice nada”, dice con indignación Marbelis, quien desde entonces trabaja de forma particular.
El rezago salarial empeora el panorama. Al no haber mucha diferencia en los escalafones salariales en los centros públicos, los ingresos base van entre 22 mil bolívares, para las más nuevas, hasta llegar a los 26 mil, para las enfermeras con mayor trayectoria. Las cifras equivalen respectivamente a 21 y 25 dólares mensuales en el mercado paralelo, 34 y 40 a la tasa oficial Dicom; es considerada insuficiente y rezagada, pues la cesta básica familiar superó en agosto los 465 mil bolívares, de acuerdo con el Centro de Análisis y Documentación para los Trabajadores (Cenda).
Camero asegura que los países del Alba y Mercosur son algunos de los favoritos, porque manejan el mismo idioma y hay facilidad para obtener la legalidad migratoria. Pero España, Estados Unidos y Canadá también son escogidos como destino. En Ecuador ofrecen puestos de trabajos con salarios de mil 700 dólares; en España pagan hasta 2 mil euros; en Estados Unidos hasta 3 mil dólares. Las consultadas resaltan que cada una de estas economías son diferentes y no se pueden comparar, pero afirman que los ingresos alcanzan para alimentos, vivienda, servicios y recreación.
El contraste económico pone a pensar a las profesionales jóvenes que aún están en Venezuela. Marbelis ya lo meditó. Se va en enero. Una menos de la promoción del 2006 y del talento humano del sector salud.