Daniela Valladares | LA PRENSA.- El hampa hace de las suyas en la capital del municipio Crespo, pero ahora el hampa no sólo roba celulares, vehículos u otros artículos sino que también no pelan la comida y las bombonas de gas de las casas.
Vecinos de distintos sectores se encuentran atemorizados porque desde mayo hasta los malandros se meten en las viviendas y hacen desastres. Un ejemplo es la urbanización Menca de Leoni, donde choros han ingresado hasta en cinco residencias y les llevan la poca comida que tienen en la cocina, además le tumban los cilindros de gas porque pueden revenderlos en 30, 40 y hasta 50 mil bolívares.
Entre dientes, algunos habitantes comentaron que en los alrededores de Menca de Leoni se encuentra el barrio La Pica, desde allí presumen que los hampones saltan a los patios por las noches para cazar algo de valor, aunque revelaron que dentro de la comunidad hay quienes echan el “pitazo” e informan a sus compinches para que ingresen y roben.
La paz que reinaba entre las 222 familias del sector es cuento viejo ahora no pueden salir y dejar sus casas solas porque tienen miedo de regresar y no encontrar nada.
“Mi esposa se queda en la casa, mientras yo salgo a comprar o viceversa, pero la casa no se queda más sola”, reveló uno de los vecinos, quien no quiso revelar su nombre por temor a represalias.
En el centro de Duaca también están a pan y agua. En la calle 7 los choros van por lo que se encuentren en el camino. Hace unos días una familia se quedó sin el motor para la bomba de agua del tanque. Incluso, algunos residentes han optado por vender o irse por un tiempo a otros lugares ya que temen por su integridad física.
Y la inseguridad no sólo es en las casas las paradas también están convertidas en zona roja. Hace tres semanas un grupo esperaba transporte a las seis de la mañana para ir a trabajar hacia Barquisimeto, cuando dos hampones en moto se acercaron y despojaron a todos de sus pertenencias incluyendo celulares y comida que cargaban en ese momento.